“Regocíjense en el Señor siempre. Y otra vez les
digo, ¡regocíjense! Que la gentileza de ustedes sea conocida de todos los
hombres. El Señor está cerca. No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean
conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y que
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus
pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:4-7
El fin de
semana largo ya está por terminar... mañana volvemos a la realidad.
Durante este
fin de semana largo fácilmente puede que hayan habido docenas de emergencias
nacionales, más de cien crisis mundiales y probablemente algunos problemas en
su vida personal. Aun cuando la mayoría de estas suposiciones no se haya hecho
realidad, debemos reconocer que la mayoría de las personas no van a estar
contentas porque deben regresar al trabajo.
Es por ello que
quizás sea bueno que recordemos que las únicas personas que no tienen problemas
son las que están en los cementerios. Demos gracias al Señor porque, si tenemos
problemas, es porque estamos vivos.
¡Estamos vivos! Y la vida que tenemos es un regalo
maravilloso. Aun cuando las condiciones que nos tocan vivir no sean
las ideales o exactamente las que queríamos o esperábamos, estamos vivos.
El Señor nos
está dando hoy el regalo del tiempo para que lo usemos o abusemos, para que lo
invirtamos o lo malgastemos. Es posible que alguien se pase estas 24 horas
pensando en el fin de semana largo que está terminando, o sacando la cuenta de
cuántos días faltan para el próximo fin de semana largo, desperdiciando así el
regalo recibido.
Mucho mejor es
dar gracias al Padre celestial por el regalo de la vida, y al Salvador
resucitado por su sacrificio en la cruz que nos abre el camino al cielo.
Alegrémonos de que estamos vivos... y de que, gracias al Salvador, vamos a
vivir por la eternidad.
ORACIÓN. Querido Señor, gracias por el tiempo
que me has regalado y por la vida que me has dado. Ayúdame a vivir plenamente
cada momento, para que mi vida sea un constante agradecimiento a ti. En el
nombre de Jesús. Amén.
CRISTO PARA TODAS LAS N. - (DEV. “ALIMENTO DIARIO”)