“Éste es el día que el Señor ha hecho; y en él nos
alegraremos y regocijaremos.” Salmo 118:24
Aquí en los
Estados Unidos se celebra hoy el día de la marmota (Groundhog Day).
A pesar de que
no es ni un feriado nacional ni un festival de la iglesia, igual se ha
convertido en una celebración. Para quienes no saben de qué se trata, el 2 de
febrero de cada año miles de personas y periodistas se dirigen a Punxsutawney,
Pennsylvania, para ver la predicción que Phil, su marmota, va a hacer con
respecto al resto del invierno.
Según la
tradición, si cuando Phil sale de su cueva logra ver su sombra (lo cual
significa que el sol está afuera), la segunda mitad del invierno será crudo;
pero si no ve su sombra porque está nublado, el resto del invierno será
moderado. Más allá de lo que resulte del pronóstico de Phil, las personas van
allí para celebrar... aunque sólo sea la sombra de una marmota.
Menos mal que
tenemos otras razones que realmente son dignas de celebrar. El nacimiento de un
niño, una promoción en el trabajo, buenas calificaciones en la escuela, el
reencuentro de una familia... todos estos acontecimientos son motivo de
celebración.
Pero por más
dignas de celebración que todas esas cosas sean, no hay nada que se compare con
la celebración de la persona que descubre que el Cristo crucificado y
resucitado está con ella en todos y cada uno de los momentos de su vida.
Cuando el
Salvador está con nosotros, ya no importa si el invierno es frío o si el verano
es caluroso. El Señor de los señores está con nosotros y nada, ni sombras, ni
crudas y dolorosas realidades, puede asustarnos. Celebremos su presencia en
nuestra vida.
ORACIÓN: Querido Señor Jesús, gracias por estar
con nosotros todo el tiempo. Gracias por habernos amado tanto como para dar tu
vida por nosotros. Bendito seas, Jesús. Amén.
De una devoción
escrita originalmente para "By the Way".
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CRISTO PARA TODAS LAS N. - (DEV. “ALIMENTO DIARIO”)
