domingo, 7 de enero de 2018

Un nombre 7 enero





“Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla…” Filipenses 2:10 (Leer: Filipenses 2:5-11)


Cleopatra, Galileo, Shakespeare, Elvis, Pelé. Todos son tan conocidos que solo necesitan un nombre para reconocerlos.

Han trascendido en la historia por lo que eran y lo que hicieron. ¡Pero hay otro nombre que sobresale por encima de todos estos o de cualquier otro!

Antes de que el Hijo de Dios naciera en este mundo, el ángel les dijo a María y a José que lo llamaran Jesús, porque «él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:21) y «será llamado Hijo del Altísimo» (Lucas 1:32). Jesús no vino como una celebridad, sino como un siervo que se humilló a sí mismo y murió en la cruz para que todo el que lo recibe como Salvador sea perdonado y liberado del poder del pecado.

El apóstol Pablo escribió: «Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre» (Filipenses 2:9-11).

En nuestros momentos de mayor gozo y de más profunda necesidad, el nombre al cual aferrarse es Jesús. Él nunca nos dejará, y su amor nunca fallará.

Jesús, tú eres el nombre sobre todo nombre, nuestro Salvador y Señor. Te alabamos al celebrar tu presencia y poder en nuestras vidas hoy.

«Jesucristo no es valorado en absoluto hasta que se lo valora por encima de todo». AGUSTÍN


(La Biblia en un año: Génesis 18–19 Mateo 6:1-18)



DAVID C. MCCASLAND - (DEVOCIONAL “NUESTRO PAN DIARIO")









TRADUCCIÓN