martes, 2 de enero de 2018

Libro de Oro 2 enero

  


LA SANTIDAD ES EL PRINCIPIO CLAVE


1. El plan de las Escrituras para vida de un cristiano es doble:

PRIMERO: Que seamos instruidos en la ley para amar la rectitud. “porque por naturaleza" no estamos inclinado a hacerlo.

SEGUNDO: Que aprendamos unas reglas sencillas pero importantes, de modo que no desfallezcamos ni nos debilitemos en nuestro camino.

De las muchas recomendaciones excelentes que hace la Escritura, no hay ninguna mejor que este principio: “Sed Santos, porque Yo Soy Santo.” Cuando andamos esparcidos como ovejas sin pastor, y perdidos en el laberinto del mundo, Cristo nos llamó y nos reunió para que pudiésemos volver a Él.


2. Al oír cualquier mención de nuestra unión mística con Cristo, debiéramos recordar que el único medio para lograrla es la Santidad. La Santidad no es un mérito por medio del cual podamos obtener la comunión con Dios, sino un don de Cristo, el cual nos capacita para estar unidos a Él y a seguirle.

Es la propia gloria de Dios que no puede tener nada que ver con la iniquidad y la impureza; por lo tanto, si queremos prestar atención a su invitación, es imprescindible que tengamos este principio siempre presente. Si en el transcurso de nuestra vida cristiana queremos seguir adheridos a los principios mundanos. ¿Para que entonces, fuimos rescatados de la iniquidad y la contaminación de este mundo? Si deseamos pertenecer a su pueblo, la Santidad del Señor nos amonesta a que vivamos en la Jerusalén Santa de Dios.

Jerusalén es una tierra Santa, por lo tanto no puede ser profanada por habitantes de conducta impura. El salmista dice: Jehová ¿Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte Santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón." El Santuario del Santísimo debe mantenerse inmaculado. Ver (Lev. 19: 2; 1ª Ped 1: 16; Isa 35. 10; Sal 15: 1-2; 24:3-4).



JUAN CALVINO - (DEV. "EL LIBRO DE ORO DE LA VERD.")









TRADUCCIÓN