“Pero Dios muestra su amor por nosotros en que,
cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8
Para nuestros
lectores de esta Devociones, esta es una historia de amor verdadero.
Adela tiene 78
años de edad, vive en Róterdam, Países Bajos, y ha fumado, y tratado de dejar
de fumar, durante 50 años.
Como tantos
otros, Adela ha fallado una y otra vez... continuamente... hasta hace poco.
Me complace
anunciar que Adela finalmente ha renunciado a sus cigarrillos, puros y pipas.
¿Le gustaría saber cuál es el secreto de su éxito? Lo compartiré con ustedes
aun cuando no le será útil a nadie más. Su arma secreta es: Leo, de 79 años de
edad.
Leo le pidió a
Adela que se casara con él, pero se rehusó a hacerlo hasta que ella dejara de
fumar.
Adela dice:
"Mi fuerza de voluntad nunca fue suficiente para terminar con mi adicción
al tabaco. Pero el amor sí lo fue." Otra victoria para el amor.
El amor ha
visto muchas otras victorias semejantes a lo largo de los siglos: ha terminado
guerras, ha hecho la vida más fácil a millones, y puede transformar nuestros
días en algo increíblemente maravilloso.
El poder del
amor está vigente cada día de nuestra vida.
Por supuesto
que, cuando hablamos de amor, seríamos terriblemente descuidados si no
resaltáramos el más grande amor que este viejo mundo pecaminoso y triste ha
visto jamás. Los lectores de estas Devociones Diarias inmediatamente sabrán que
nos referimos, por supuesto, al amor que la humanidad ha recibido del Dios Trino.
El amor del
Señor es increíblemente único.
El amor de Dios
da aun cuando las personas no lo quieren y creen que no lo necesitan. El amor
de Dios tiene iniciativa propia, se auto genera y es auto suficiente. El amor
de Dios llega a aquéllos que son rechazados o no son amados por su apariencia
física. Al amor de Dios no lo detiene ni la política, ni el tiempo, ni siquiera
la tumba.
El amor de Dios
está personificado en Jesús, y nos llega a través del poder del Espíritu Santo.
Y cuando el
amor de Dios encuentra un lugar en los corazones pecadores, perdona, restaura,
y transforma.
ORACIÓN: Padre celestial, no existe amor que se
acerque a tu amor. Gracias por amarnos con amor eterno. Concédeme la gracia de
amar a otros así como tú me has amado. En el nombre de Jesús. Amén.
De una devoción
escrita originalmente para "By the Way".
CRISTO PARA TODAS LAS N. - (DEV. “ALIMENTO DIARIO”)