Algunos de
ustedes, aquellos que han conocido al Señor por un tiempo, pueden haber llegado
al punto en que sienten que están siendo pasados por alto. Posees un vasto
conocimiento bíblico, conoces los significados de las palabras y tienes una
historia con Dios. Pero al lado tuyo hay un cristiano entusiasmado que
simplemente cree que todas las cosas son posibles con Dios. Él tiene, quizás,
una cuarta parte de tu conocimiento, sin embargo, él está insistiendo en algo
que hace tiempo que se te escapó, algo que Dios te dijo, pero te costó creer.
Bueno, ¡tienes
que elegir! No sé acerca de ti, pero yo elijo vivir y morir del lado de la fe.
Elijo creer que Dios puede hacer muchísimo más de lo que podemos pedir o pensar
cuando le oramos. ¡Y elijo creer que, si caminamos humildemente ante Dios, Él
hará algo en nosotros y a través de nosotros que tocará a esta generación!
¿Ha plantado Dios algo dentro de ti? ¿Ha estado
susurrando el Espíritu Santo a tu corazón? Quizás el Señor te ha dicho
algo, algo que Él desea hacer a través de tu vida. Tú lo sabes, Dios lo sabe; y
ahora es el momento de estar de acuerdo con ello. Después de todo, llega un
momento en nuestro caminar con Dios cuando ya no hay excusa para la incredulidad.
Llega un
momento en que debemos confiar en Dios, decididos a no sentarnos en el
banquillo del silencio y la incredulidad. En lugar de ello, debemos permitir
que Dios sea Dios en nosotros, haciendo lo que sólo Él puede hacer, guiándonos
hacia donde sólo Él puede llevarnos, trayendo honra a Su nombre.
¡Así es como
comenzó la Iglesia, y así es como la Iglesia terminará antes de que Cristo
venga para llevarnos a casa! ¡Hemos llegado al umbral de su retorno y queremos
acabar fuertes, caminando en fe y anhelando verlo! ¡Aleluya!
CARTER CONLON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)