Y ES NAVIDAD
“Se le cumplió el tiempo. Así que dio a luz a su
hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.” Lucas
2:5-7 (Leer: Lucas 2:6-7)
Un establo.
Olor a animales, pero también calor animal. Paja, residuos varios, un lugar
aparentemente incómodo. Pero también un lugar muy especial para una joven
parturienta, porque había más intimidad que en el atestado mesón, donde la
gente se desparramaba por los salones y patios (nada de habitaciones ni suites)
como bien podía. El pesebre, el establo, nos habla de humildad por parte del
Rey de Reyes, pero también nos habla del cuidado de Dios por la joven María.
Imagínense a una pulcra adolescente, piadosa donde las haya, teniendo que dar a
luz en un mesón repleto de viajeros.
Ni un pelo de
nuestra cabeza, ni el alimento de los gorriones, ni el aspecto de las flores del campo, se escapa al conocimiento y
providencia de Dios. También los detalles desagradables de las
circunstancias que podamos pasar debemos enmarcarlos en la voluntad de Dios,
que tiene un precioso propósito con cada punto del grabado, con cada pincelada
del cuadro. El establo puede parecer la peor opción, pero Dios sabe que será el
mejor escenario.
ORACIÓN: Te damos gracias, Señor, en todo
momento. Confiamos en que Tú conduces cada circunstancia por la vía que sirve
para tu gloria. Ayúdanos a reposar en esa confianza. Amén.
MINISTERIO REFORMA - (DEVOCIONAL “CADA DÍA”)
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El Rev. Juan Boonstra es quien nos guía este
mes a apreciar la Biblia y lo que ella tiene que decir para todos. Él fue el
director y la voz de La Hora de la Reforma por más de un
cuarto de siglo.