“Había pastores en la misma región, que velaban y
guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó
un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron
gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de
gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis
al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una
multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a
Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” Lucas
2:8-14
¿Desea la gente realmente escuchar buenas noticias? Se
supone que sí. Sin embargo, muchas veces las noticias sobre el crimen y las
tragedias parecen ser más interesantes, y en realidad más compatibles con los
gustos del mundo. La televisión, la radio, los periódicos y otros medios
informativos dan prioridad a las noticias relativas a asesinatos, matanzas de
personas inocentes, asaltos, catástrofes naturales, accidentes terribles, etc.,
porque han comprobado que la gente se siente más atraída por este tipo de
noticia que por aquellas que hablan de cosas buenas y agradables. Por ejemplo,
cuando el precio de la gasolina subió a niveles sin precedentes era noticia de
primera plana, sin embargo a medida que los precios han ido bajando menos se
habla o escribe sobre este tema.
El pasaje de hoy nos narra acerca de aquella noche única
en la historia de la humanidad, hace unos dos mil años cuando un grupo de
pastores que cuidaban de sus rebaños inesperadamente fueron recipientes de las
más maravillosas noticias que se hayan escuchado jamás en este mundo. El
portador de las mismas, un ángel del Señor, les dijo: “No temáis; porque he
aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido
hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.”
¿Por qué tanta gente desvía la mirada, cierra la mente y
rehúsa escuchar cuando se le comunica la mejor de todas las noticias? ¿Cuál es
la razón por la cual muchos no aceptan las buenas nuevas de salvación, siendo
ésta la que determina la vida o la muerte eterna? La respuesta la tenemos en la
segunda carta del apóstol Pablo a los corintios. Allí dice: “El dios de este
siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la
luz del Evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” (2ª Corintios 4:4). La palabra griega que se utiliza aquí para definir “Evangelio”
es “euanghélion” y significa “buena noticia” o “alegre mensaje”. Resulta
imposible entender por qué tantas personas rechazan esta preciosa noticia. La
única explicación es la que nos da Pablo: El diablo los ha cegado y no pueden
ver.
Es nuestra responsabilidad como creyentes tomar la
iniciativa y aprovechar toda oportunidad que se presente para transmitir a
aquellos que nos rodean las maravillosas noticias de la salvación por medio de
nuestro Señor Jesucristo. Oremos y proclamemos al mundo las buenas nuevas
confiando plenamente que el Espíritu Santo podrá más que la ceguera espiritual
de los que rechazan al Señor, captará su atención y obtendrá una respuesta de
fe al mensaje salvador de la gracia divina. Después de todo, eso fue lo que
hizo contigo y conmigo. Esta fue la encomienda que nuestro Señor Jesucristo les
dejó a sus discípulos antes de ascender al cielo. A través de los siglos esta
encomienda ha llegado hasta cada uno de los que le hemos aceptado como nuestro
Salvador y Señor: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado.” (Marcos 16:15-16).
ORACION: Amante Padre celestial, gracias te doy por la
maravillosa noticia de salvación y vida eterna a través de tu santo Hijo Jesús.
Te ruego me capacites para proclamar a todos en este mundo tan lleno de malas
noticias la única esperanza que son las buenas nuevas de Cristo. En el nombre
de Jesús, Amén.
ENRIQUE SANZ - (DEVOCIONAL "DIOS TE HABLA")