“...alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas.”
Isaías 54:2
Las ganas de
cambiar son la clave para el crecimiento en cualquier área de la vida. Casi
todos deseamos mejorar pero al mismo tiempo nos resistimos al cambio. No se
puede tener lo uno sin lo otro; el cambio solo es posible si de verdad lo
anhelas. Tal como observó Fred Smith, fundador de la empresa de logística
Federal Express: “Eres como eres porque quieres ser así. Si de verdad quisieras
ser distinto en algo ya estarías cambiando ahora mismo”. Los cambios nunca son
fáciles. Requieren largo tiempo, muchísima energía, perseverancia y, por
supuesto, ganas. Sin embargo, el deseo
de cambiar debe traducirse en una decisión firme de hacerlo, decisión que debes
renovar a diario.
Se cuenta que
en un partido de béisbol Earl Weaver, manager de los Baltimore Orioles, estaba
descontento con la decisión que había tomado el árbitro. Así que salió
disparado de la caseta y le gritó: “¿Vas a mejorar algún día, o te vas a quedar
siempre así?”. Si quieres cambiar, debes preguntarte lo mismo. ¿Vas a poner de
tu parte y tratar de mejorar o se va a quedar todo igual? La Biblia lo expresa
así: “Ensancha el sitio de tu tienda y las cortinas de tus habitaciones sean
extendidas; no seas apocada; alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas.”
(Isaías 54:2). Fíjate bien en los verbos ensanchar, alargar y reforzar. Todas
esas cosas tienen en común que demandan compromiso y perseverancia, lo que se
requiere para cambiar la vida. Lo bueno es que con la ayuda de Dios podrás
conseguirlo, empezando hoy mismo.
BOB Y DEBBIE GASS - (DEVOCIONAL "LA PALABRA
PARA HOY")