NO ES PARA BROMAS
“Y Se oye un grito en Ramá, lamentos y amargo
llanto. Es Raquel, que llora por sus hijos…” Jeremías 31:15 (Leer: Mateo
2:16-18)
En unos países
se celebra en abril, pero en otros se acostumbra a recordar el 28 de diciembre,
Día de los Inocentes. Lo habitual es gastar alguna broma que haga quedar a
nuestro amigo como alguien ingenuo, fácil de engañar. Si cae en la broma, se le
señala y se exclama “inocente”. Sin embargo, el nombre dado a ese día en el
calendario romano procede del asesinato de todos los niños menores de dos años
por parte de Herodes, cuando quiso eliminar cualquier posibilidad de que el
profetizado rey de Israel llegase a suponer una amenaza para su hegemonía.
Lo importante en la historia original es que Cristo
fue salvado milagrosamente mediante un aviso para irse a Egipto durante un
tiempo. Además, así se cumplían antiguas profecías. Miremos por donde miremos,
podemos ver sufrimiento, injusticias de los poderosos, aparentes victorias del
maligno, pero desde la perspectiva correcta contemplamos el plan de Dios. Aun
en medio del dolor, pongamos nuestra mirada en cómo lleva a cabo su salvación.
ORACIÓN: Limpia nuestros ojos, Señor, para ver
tu mano obrar incluso en las circunstancias dolorosas para las que no
encontramos explicación. Que no se quiebre nuestra confianza en tu amor, bondad
y soberanía.
MINISTERIO REFORMA - (DEVOCIONAL “CADA DÍA”)
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El Rev. Juan Boonstra es quien nos guía este
mes a apreciar la Biblia y lo que ella tiene que decir para todos. Él fue el
director y la voz de La Hora de la Reforma por más de un
cuarto de siglo.