“...subieron todos ellos contra él...” (2 Samuel
5:17 CST)
Pablo escribió:
“Pelea la buena batalla de la fe” (1ª Timoteo 6:12). Para obtener algunas
promesas dadas por Dios hay que pelear. Los jebuseos, que vivían en Jerusalén,
le dijeron a David: “Tú no entrarás aquí” (2 Samuel 5:6). Espera encontrar
oposición a tu visión, sobre todo cuando no tengas pruebas que la respalden.
Para complicar las cosas, Jerusalén estaba a muchos metros por encima del ejército
de David y la única manera de subir era por una cisterna de agua, lo que
significaba ascender por entre el barro. “Pero David logró capturar la
fortaleza de Sión...” (2 Samuel 5:7 CST). Debes
entender que si hace falta, Dios te llevará a través de la alcantarilla para
hacerte llegar al trono.
Fíjate en la
palabra pero. Cuando te desbordan los problemas y el Enemigo te dice que no
saldrás adelante, aférrate a las promesas de Dios y declara: “Pero lo lograré”.
Levántate en fe y reclama lo que Dios te ha prometido. “...El pueblo que ama a
su Dios se mantendrá firme y hará frente a la situación” (Daniel 11:32 DHH).
Dios te puede enseñar a aprovechar las situaciones para tu bien y para Su
gloria. No obstante, no esperes que todos te quieran ayudar. “Al enterarse los
filisteos de que David había sido ungido rey de Israel, subieron todos contra
él” (2 Samuel 5:17 CST). Tendrás que luchar para alcanzar tus propósitos y
también para mantenerte en ellos. Y ante cada nueva batalla tendrás que volver
a Dios para recibir nuevas instrucciones. “David consultó al Señor: ‘¿Debo
atacar a los filisteos? ¿Los entregarás en mi poder?’. ‘Atácalos’, respondió el
Señor; ‘te aseguro que te los entregaré’” (2 Samuel 5:19 CST). Sigue avanzando,
convencido de que Dios está contigo.
BOB Y DEBBIE GASS - (DEVOCIONAL "LA PALABRA
PARA HOY")