“Palabra fiel: “Si alguno anhela obispado, buena obra desea.” 1ª Timoteo 3:1 (Lea: 1ª Timoteo 3:1-7)
Lo asombroso en este
párrafo es que el primer punto que el apóstol quiere que Timoteo mencione en
Éfeso tiene que ver con el tema del oficio de un obispo o un anciano, que es un
puesto muy importante y significativo que no se debe de tomar de ninguna manera
a la ligera. Pablo lo llama “una noble tarea”.
El nombramiento de los
ancianos en una iglesia local es la provisión del propio Señor Jesús para el
liderazgo. Esta no es una invención humana. Demasiadas iglesias hoy funcionan
como si fuesen corporaciones de negocio o clubs de campo, que funcionan para
beneficio de sus miembros, eligiendo a sus propios dirigentes según los
procedimientos democráticos. Pero en el Nuevo Testamento nunca encontramos nada
así. En él vemos que fue Jesús mismo que creó la estructura del liderazgo. Él
es la cabeza de la iglesia y como tal ha diseñado la clase de dirigentes y su
función en la iglesia.
Los ancianos tenían
básicamente una tarea primaria. Al igual que los apóstoles en la iglesia en
Jerusalén, toda su labor debía de realizarse por medio del ministerio de la
Palabra: enseñando, predicando, estudiando y aprendiendo de la Palabra de Dios.
Por medio de la oración, debían
descubrir la voluntad del Señor Jesús, que era la Cabeza de la iglesia, que
estaba presente en cada iglesia y listo para dirigir sus actividades por medio
del Espíritu de Cristo.
Este es un hecho muy
importante y emocionante que las iglesias actuales han olvidado en gran medida.
Tengo la impresión de que muy pocas personas tienen conciencia de que Cristo es
un Señor vivo en medio de ellas. No parecen ser conscientes de que Cristo está
todavía en Su iglesia, dispuesto a dirigir sus actividades, desafiando a la
cultura actual y explorando las grandes posibilidades que se presentan como
resultado de las circunstancias cambiantes que crean un verdadero anhelo de ser
liberadas de la esclavitud. Se necesita a un Señor viviente en medio de Su
pueblo que dirija las actividades de la iglesia, y los ancianos son los
instrumentos humanos de la dirección divina de la iglesia. Los ancianos son el
medio, los canales por medio de los cuales el Señor lleva a cabo sus enfoques
innovadores y sorprendentes en la vida, que se convierten en realidad por medio
del cuerpo de cristianos que se reúnen.
Todos los cristianos están en el ministerio. No son tan solo
los ancianos los que deben de hacer el trabajo del ministerio. Usted está
directamente relacionado con el Señor Jesús de manera que Él puede decirle a
usted en cualquier momento: “He abierto una puerta aquí en tu vecindario para
ti. Quiero que alcances a estas personas”. Los ancianos deben estar a la
expectativa de esto. Eso es lo que la palabra antigua episkopos significa: “supervisar”. Los ancianos deben de estar
fijándose en lo que está haciendo el Señor con Su pueblo y haciendo uso de las
oportunidades que se les presentan. Deben de ser instruidos en lo que ha dicho
el Señor en Su Palabra a fin de que puedan guiar esta nueva cosa emocionante
que se está convirtiendo en realidad, corrigiéndola de ser necesario. Esa es la
obra de los ancianos.
ORACIÓN. Señor, te doy gracias por los ancianos que Tú has colocado en mi vida. Recuérdame orar por ellos y mantenerme pendiente de Ti, que eres la Cabeza viva de la iglesia.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. Teniendo a Cristo en el timón, el liderazgo puede seguir un curso noble en todos los contextos. ¿Estamos nosotros orando seriamente pidiendo que nuestros dirigentes sigan a Cristo con integridad?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")
ORACIÓN. Señor, te doy gracias por los ancianos que Tú has colocado en mi vida. Recuérdame orar por ellos y mantenerme pendiente de Ti, que eres la Cabeza viva de la iglesia.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. Teniendo a Cristo en el timón, el liderazgo puede seguir un curso noble en todos los contextos. ¿Estamos nosotros orando seriamente pidiendo que nuestros dirigentes sigan a Cristo con integridad?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")