“Vuestra actitud debe ser como la de Cristo Jesús” (Filipenses
2:5 CST)
¿Cuántos
empleos se pierden todos los días por mala actitud de los empleados? ¿Cuántas
personas han sido pasadas por alto para un ascenso por la forma en que tratan
el trabajo y a quienes las rodean? ¿Cuántos matrimonios se rompen? Sería
imposible calcular. Nadie debería perder un trabajo, un ascenso o sufrir la
ruptura matrimonial por malas actitudes. La actitud personal no es algo
inmutable, es una elección. Chuck Swindoll escribe: “Para mí, la actitud es más
importante que la educación, el dinero, las circunstancias, los fracasos, los
éxitos y lo que los demás piensan, digan o hagan. Es más importante que la
apariencia física, los talentos y las destrezas. La actitud puede levantar o
derribar una empresa ... una iglesia ... un hogar. Afortunadamente, en nosotros
está el elegir la actitud con la que vamos a enfrentar cada jornada.
No podemos cambiar el pasado ... no podemos cambiar
el hecho de que la gente actúa de manera determinada. No podemos
cambiar lo inevitable. Lo único que podemos hacer es usar lo que está a nuestro
alcance: la actitud... Estoy convencido de que en la vida 10 por ciento es lo
que me sucede y el 90 por ciento cómo reacciono ante ello. Así es en tu vida
también ... Somos responsables de nuestras actitudes. Pablo amonesta: “Vuestra
actitud debe ser como la de Cristo Jesús” (Filipenses 2:5 CST). Él siempre se
acercó a las personas con amor, gracia, aceptación y un corazón listo para
servir en lugar de ser servido. Entonces, si tu actitud deja mucho que desear,
empieza con una oración: “Padre, dame una actitud como Cristo con los que me
relacione hoy”.
BOB Y DEBBIE GASS - (DEVOCIONAL "LA PALABRA
PARA HOY")