“Por lo tanto, sométanse a Dios; opongan
resistencia al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se
acercará a ustedes. ¡Límpiense las manos, pecadores! Y ustedes, los
pusilánimes, ¡purifiquen su corazón!” Santiago 4:7-8
A lo largo de
mi vida he tenido el privilegio de conocer a personas que merecerían ocupar un
lugar especial en el cielo.
Una de esas
personas fue una señora que nunca hubiera sido capaz de decir nada malo de
nadie, por más mala que una persona pudiera ser.
Un día, sólo
para ver desafiarla, le dije: "Estoy seguro que hasta podría decir algo
bueno acerca del diablo". La señora pensó un momento, luego sonrió, y
dijo: 'Si queremos ser justos, debemos admirar su perseverancia'".
Y tiene razón.
El diablo ha sido lo suficientemente perseverante como para traer problemas al
mundo y a cada generación que ha existido. Es lo suficientemente perseverante
como para tentarnos a usted y a mí a hacer cosas que Dios no aprueba. Es
suficientemente perseverante como para causar enojo, odio y celos. Si Satanás
tiene alguna cualidad admirable, ciertamente es la perseverancia.
Es una pena que los cristianos no siempre poseamos
el mismo atributo.
Demasiado a
menudo preferimos dejar que los demás se encarguen de compartir el mensaje del
amor de Dios, y nos quedamos como simples espectadores. Se me ocurre que ha
llegado la hora de ser perseverantes y ponernos a compartir al Salvador que dio
su vida para que nosotros no perdamos la nuestra.
El aliento que
le quiero dar a través de esta devoción, es que hoy sea perseverante en
compartir al Salvador que tanto le ama.
ORACIÓN: Querido Dios, no siempre soy tan
perseverante como debiera en compartir el mensaje de tu amor y de la salvación
que Jesús ha ganado para nosotros. Ayúdame a ser más perseverante en mi vida,
en mi testimonio y en mi fe. En el nombre de Jesús. Amén.
De una devoción
escrita originalmente para "By the Way".
CRISTO PARA TODAS LAS N. - (DEV. “ALIMENTO DIARIO”)