“Habéis oído de la paciencia de Job, y
habéis visto el fin del Señor…” Santiago
5:11
Detrás de toda
enfermedad y problema está la voluntad final de Dios. Esto no significa que
Satanás no tenga parte en el asunto; de hecho, es probable que él siempre esté
involucrado de una forma u otra con propósitos destructivos (Hechos 10:38).
Pero su poder no es decisivo: él no puede obrar sin el permiso de Dios.
Ese es uno de
los puntos referentes a la enfermedad de Job. El pasaje bíblico deja en claro
que, cuando la enfermedad le sobrevino a Job, «Satanás… hirió a Job con una
sarna maligna» (Job 2:7). Su esposa lo instó a maldecir a Dios, pero Job dijo:
«¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?» (Job 2:10). Y otra
vez, el autor del libro elogia a Job diciendo: «En todo esto no pecó Job con
sus labios».
En otras palabras:
ésta es una visión correcta de la soberanía de Dios sobre Satanás. Satanás es real y puede tener parte en
nuestras calamidades, pero no es la parte final, ni la parte decisiva.
Santiago
explica claramente que Dios tenía un buen propósito en todas las aflicciones de
Job: «Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que
el Señor es muy misericordioso y compasivo».
Por lo tanto,
Satanás pudo haber estado implicado, pero el propósito final era de Dios, y era
«misericordioso y compasivo».
Es la misma
lección que aprendemos de 2ª Corintios 12:7, donde Pablo dice que el aguijón en
su carne era un mensajero de Satanás y, aun así, le fue enviado para ayudarlo a
alcanzar su propia santificación: «para que la grandeza de las revelaciones no
me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de
Satanás que me abofetee». ¡Para que no me exaltase desmedidamente!
Ahora bien, la
humildad no es el propósito de Satanás al afligirnos. Por lo tanto, este
propósito es de Dios, lo que quiere decir que Satanás fue usado por Dios para
cumplir sus buenos propósitos en la vida de Pablo.
JOHN PIPER - (Dev. tomado del libro “DESEANDO A DIOS”)
JOHN PIPER - (Dev. tomado del libro “DESEANDO A DIOS”)