“Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro
Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio
según el poder de Dios.” 2ª Tim 1:8 (Lea: 2ª Timoteo 1:8-13)
Muchos de ustedes
trabajan en lugares donde la mayoría de las personas a su alrededor no son
cristianas. Algunas son anticristianas, posiblemente hasta de una manera
violenta, así que puede que haya ocasiones en las que se sienta usted
avergonzado de ser cristiano. Teme usted que las personas lo averigüen o, si ya
saben que es usted cristiano, tiende usted a callárselo y no decir demasiado al
respecto. Esta es una experiencia casi universal para cristianos que tienen
contacto con personas que no son cristianas, y este es el problema que el
apóstol menciona aquí a Timoteo, su hijo en la fe, realizando el ministerio en
la gran ciudad pagana de Éfeso.
Yo creo que Timoteo se
sintió tentado, por lo menos, a avergonzarse del Señor porque Jesús es
invisible. Es probable que también usted se sintiese avergonzado de esto. El
hablar acerca de un Señor que es el ser más importante en su vida, a pesar de
lo cual no pueda mostrarle a las personas o permitir que escuchen hablar de Él,
para mantener que un hombre que vivió hace dos mil años sigue aún con vida hoy,
manteniendo una relación vital con usted, es exponerse usted al ridículo y la
incredulidad de muchos. Timoteo también se sintió así.
Además, Timoteo se
sintió tentado a sentirse avergonzado de Pablo, porque Pablo era un prisionero político, en contra de la administración del
Imperio Romano, y considerado como un enemigo del emperador y destructivo a la
sociedad. Pablo anima a Timoteo a sobreponerse a esto.
Y en tercer lugar,
Timoteo se avergonzaba del evangelio. Yo me he sentido de esta manera y estoy
seguro de que usted también, porque el evangelio en su elemento básico es
insultante en lo que se refiere al orgullo de las personas. Al mundo le encanta
considerarse adecuado para resolver sus problemas. Las personas individuales
con frecuencia manifiestan un sentido asombroso de autosuficiencia e
independencia, negándose a admitir que necesitan ayuda. Pero la declaración
básica del evangelio es que las personas se encuentran impotentes y perdidas.
En una conferencia en San
Diego, el mensaje de apertura lo dio Luis Palau. En su discurso, Luis contó dos
incidentes. El primero de ellos fue acerca del hecho de que él había guiado al
presidente de una de las repúblicas de Sudamérica al Señor, y la segunda fue
acerca de que había guiado a un conserje al Señor en la ciudad de Atlanta. Lo
que dejó claro Luis fue que el presidente y el conserje habían venido de la
misma manera. Los dos habían tenido que admitir que estaban desesperadamente
perdidos y que no poseían ninguna habilidad para librarse ellos mismos de lo
que estaba destruyendo sus vidas. Los
dos tuvieron que depender de la misericordia salvadora del Señor Jesucristo, y
ambos manifestaron un cambio tremendo después. Esto es lo que hace el
evangelio: socava el orgullo, la autosuficiencia y la arrogancia de las
personas. Como resultado de ello, a veces tenemos tendencia a avergonzarnos del
evangelio delante de personas orgullosas.
ORACIÓN. Mi oración es que yo esté dispuesto a mantenerme firme, dispuesto a ser sometido a prueba, dispuesto a soportar y a resistir la tentación de sentirme avergonzado del evangelio.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. La autosuficiencia y todas las demás formas de orgullo producen resistencia al evangelio. Después de examinarnos a nosotros mismos, ¿es también este el motivo por el que nos falta valor para hablar en público de la gracia de Dios?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")
ORACIÓN. Mi oración es que yo esté dispuesto a mantenerme firme, dispuesto a ser sometido a prueba, dispuesto a soportar y a resistir la tentación de sentirme avergonzado del evangelio.
APLICACIÓN PARA LA VIDA. La autosuficiencia y todas las demás formas de orgullo producen resistencia al evangelio. Después de examinarnos a nosotros mismos, ¿es también este el motivo por el que nos falta valor para hablar en público de la gracia de Dios?
RAY STEADMAN - (DEV. "EL PODER DE SU PRESENCIA")