EL JUDAÍSMO
Por LUISA JETER DE WALKER
“Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración
a Dios por Israel, es para salvación.” Romanos 10:1
ASPECTOS HISTÓRICOS
El pueblo escogido de Dios
¡Cuánto debe el mundo
a los judíos! Las leyes de muchos países se basan en los Diez Mandamientos que
Dios dio a Moisés. ¿Y a quiénes debemos la Palabra de Dios que leemos cada día
para nuestra dirección, alimentación espiritual y comunión con el Señor? A los
judíos. Los que escribieron el Antiguo Testamento y todo el Nuevo (con la
posible excepción de Lucas) eran judíos. Y de los judíos recibimos al Salvador.
Cuando el Hijo de Dios se hizo hombre, vino al mundo como judío, del linaje
real de David.
Desde los tiempos de
Abraham, Isaac y Jacob, los judíos han sido el pueblo escogido de Dios. A pesar
de sus caídas nacionales, siempre un núcleo permanecía fiel al pacto con el
Dios verdadero. A través de los siglos recibieron, conservaron por escrito y
compartieron con el mundo la revelación de Dios y de su voluntad para la humanidad.
Esparcidos por todo
el mundo en el cautiverio y por el comercio, abandonaron la idolatría que había
ocasionado su caída y diseminaron entre las naciones el concepto de un Dios soberano.
Hablaron también de un Salvador prometido a su nación. Sería el Mesías (que
significa ''ungido de Dios", traducido "Cristo" en el Nuevo
Testamento), un Libertador que restauraría a Israel a su gloria anterior y lo
pondría por cabeza de las naciones. (1)
Dios los devolvió a
su tierra. El Mesías prometido vino, pero la nación no lo conoció. Lo
crucificaron, creyendo que era un impostor. Sin embargo, unos cuantos judíos se
encontraron con el Cristo Resucitado y dedicaron su vida a contarles a los
demás las buenas nuevas de salvación por la fe en El. Fueron perseguidos y
martirizados, pero antes de su muerte llevaron el evangelio a todas partes del
mundo conocido de aquel entonces, y millares de judíos y gentiles (no judíos)
aceptaron a Cristo. Debido a su espíritu misionero, los gentiles podemos
compartir con ellos la felicidad eterna con su Mesías, el Hijo de Dios.
La nación fue
deshecha por los romanos y sufrió diecinueve siglos de destierro después de
rechazar al Mesías, pero hemos visto su regreso y la formación de nuevo de la
nación de Israel.
Situación espiiritual
Millones de judíos
hoy leen el Antiguo Testamento y oran por la venida del Mesías prometido.
Muchos ya lo conocen, oran por la salvación de su pueblo y esperan el retorno
del Salvador de Israel. Y otros ni creen en Dios. Los judíos de hoy se dividen en
cuatro grupos principales respecto a la religión:
1.
El judío racionalista ha abandonado la fe de sus padres. En este grupo hay
muchos agnósticos y ateos.
2.
El judío reformado o liberal se ha apartado del cumplimiento estricto de su
religión. Es el representante moderno de los saduceos de la época de Cristo.
Cree en Dios, pero en un Dios lejano.
3.
El judío ortodoxo cree en el Antiguo Testamento, en la resurrección de los
muertos, el cielo, el infierno y el juicio final. Espera la venida del Mesías.
Usa el Talmud (que contiene las leyes civiles y religiosas, y comentarios sobre
el Antiguo Testamento) más que el mismo Testamento. No acepta el Nuevo
Testamento, y cree que Jesús era un impostor.
4.
El judío convertido a Jesucristo puede sufrir persecución de parte de su
pueblo, sobre todo de los ortodoxos.
Sin embargo, Dios
está usando a esos judíos a fin de ganar a los suyos para Cristo.
DOCTRINA
Compararemos las
doctrinas de los judíos ortodoxos con las creencias evangélicas basadas en la
Biblia.
DIOS
*
Los judíos sólo creen en la deidad de Dios el Padre. Dicen que los cristianos
somos politeístas (adoradores de varios dioses), por nuestra doctrina de la
Trinidad. Citan textos que afirman que Dios es uno (Deuteronomio 6:4; éxodo
20:3; Isaías 44:6 y otros).
No podemos comprender
todo el misterio de la unidad y diversidad existente en la Trinidad, pero lo
creemos porque la Biblia lo enseña. Lo vislumbramos en el Antiguo Testamento Y
se muestra claramente en el Nuevo. No presenta a las tres personas como tres
dioses. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están perfectamente unidos en
esencia, carácter, propósito, poder, interacción y trato con la humanidad; tan
unidos que se presentan como uno. Juan llamaba a Jesucristo el Verbo (la expresión
de Dios en términos que podemos comprender) y escribió: ''Porque tres son los
que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos
tres son uno" (1ª Juan 5:7).
San Patricio empleó
el trébol para ilustrar esta verdad. Como las tres hojitas unidas en un solo
tallo forman un solo trébol así las tres personas, distintas entre sí, forman
el Dios único.
Ese misterio de las tres personas en uno se aclara a la luz de Juan 17:21-22. Jesús ora por sus discípulos: "Que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros... así como nosotros somos uno." No pedía que todos los discípulos llegaran a ser una sola persona. Oraba por la perfecta armonía y unidad de espíritu entre ellos, unidad en fe, amor, propósito y acción, así como Él y el Padre son uno.
Ese misterio de las tres personas en uno se aclara a la luz de Juan 17:21-22. Jesús ora por sus discípulos: "Que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros... así como nosotros somos uno." No pedía que todos los discípulos llegaran a ser una sola persona. Oraba por la perfecta armonía y unidad de espíritu entre ellos, unidad en fe, amor, propósito y acción, así como Él y el Padre son uno.
Más tarde veremos
otros textos sobre la Trinidad en el Nuevo Testamento, pero en el trato con los
judíos, veamos lo que dice al respecto el Antiguo Testamento.
Pluralidad en la
creación. Desde
Génesis 1 se halla evidencia de la pluralidad y unidad en la Deidad. Dios
emplea pronombres plurales al revelar cómo creó el mundo. "Entonces dijo
Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza... Y
creó Dios al hombre a su imagen" (Génesis 1:26-27). ¿A quién se dirigía
Dios al decir ''hagamos''? La expresión "nuestra imagen y semejanza"
indica una pluralidad en la Deidad.
En Juan 1:1-3 leemos
que el Verbo creó el mundo. Génesis 1 y 2 nos hace ver que lo hizo en
cooperación con los otros miembros de la Trinidad: ''El Espíritu de Dios se
movía sobre la faz de las aguas" (1:2), y Dios daba las órdenes para todo
lo que se hiciera. Luego todo el capítulo dos emplea otro nombre, Jehová Dios,
para el Creador. ¿Se refieren estos tres nombres (el Espíritu de Dios, Dios y
Jehová Dios) a la Trinidad?
Pluralidad vista en
otras ocasiones.
Leemos las palabras de Jehová en Génesis 11:7: "Ahora, pues, descendamos,
y confundamos allí su lengua." Isaías 6:8 dice: "Oí la voz del Señor,
que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" Isaías 54:5 dice:
''Tu Hacedor es tu marido." En el hebreo original las palabras por
''hacedor" y "marido" ambas están en plural. La traducción
literal sería: ''Tus Hacedores son tus maridos."
Pluralidad en los
nombres de Dios.
Citamos a continuación tres párrafos de Myer Pearlman, judío convertido y
profesor de teología, en su libro Curso
para el evangelismo personal. (2)
Puesto que en Mateo
28:19 se habla de un nombre que pertenece al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
es bueno que estudiemos los nombres de Dios para ver si hay algún nombre que
incluya las tres personas de la Deidad. ¡Hay tres nombres así! Son Elohim,
Adonai y El Sadai.
En Génesis 1:1 el
nombre en el original es Elohim, nombre que se emplea en la Biblia alrededor de
dos mil quinientas veces. Esto nos indica que en realidad el Trino Dios hizo la
creación, de acuerdo con lo que ya aprendimos en el Nuevo Testamento, y
soluciona el misterio que hay en la frase ''Hagamos al hombre a nuestra
imagen".
En Génesis 15:2 el nombre
es Adonai, que se emplea doscientas noventa veces, mientras que en Génesis 17:1
es El Sadai, nombre que se emplea cuarenta y ocho veces. Es evidente que Dios
lo estableció con mucha claridad, aun por sus nombres en el Antiguo Testamento,
que mientras "Jehová nuestro Dios Jehová uno es", sin embargo, en
alguna forma misteriosa en ese ser hay pluralidad.
El Antiguo Testamento
habla del Hijo de Dios. Proverbios 30:4 y Daniel 3:25 implican que Dios tiene un
Hijo. El Salmo 2 habla de El. Dios habla de Él y de su reino eterno en 2 Samuel
10-16; 1 Crónicas 17:13-14. En Isaías 7:14 vemos que un niño nacería de una
virgen y se llamaría Emanuel, que significa “Dios con nosotros". Sería
llamado Admirable Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz (Isaías
9:6). Dios encarnado en Jesucristo sería esto para la humanidad. Véase Mateo
1:18-25.
Creencia antigua en la
Trinidad. La
antigua literatura judía da testimonio respecto a la trinidad de la Deidad. Eso
incluye el Talmud. Hasta la letra shin,
la letra inicial del nombre Sadai, se empleaba para representar la forma de la
existencia divina -tres en uno- con tres rasgos verticales y un rasgo horizontal
que unía los tres. En la Edad Media la doctrina antigua fue rechazada y
atribuida a un cristianismo perseguidor y corrupto. (3)
La naturaleza de Dios
exige una pluralidad. La Biblia nos enseña que Dios es amor (1ª Juan 4:8). Vemos su amor
demostrado a través del Antiguo Testamento y el Nuevo. Siempre ha existido y siempre
ha tenido esta naturaleza. Es invariable. Ahora bien, el amor no puede existir
sin que exista alguien o algo a quien amar. Tiene que haber algún objeto del
amor de Dios que haya sido coexistente y coeterno con Él. Creemos que esta es
la relación que ha existido eternamente entre los miembros de la Santísima
Trinidad:Dios el Pdre, Dios el Hijo y
Dios el Espíritu Santo.
JESUCRISTO EL MESÍAS
Los judíos ungían con aceite a sacerdotes, profetas y reyes como símbolo de la unción que el Espíritu Santo les daba para desempeñar su función. El Mesías debía ejercer los tres ministerios.
Los judíos ungían con aceite a sacerdotes, profetas y reyes como símbolo de la unción que el Espíritu Santo les daba para desempeñar su función. El Mesías debía ejercer los tres ministerios.
Jesús, el Ungido de
Dios, ejerció su ministerio de profeta en su predicación y en el anuncio de
acontecimientos futuros: la caída de Jerusalén, la traición de Judas, el
abandono de sus discípulos, su propia muerte y resurrección al tercer día, su
ascenso al cielo, la venida del Espíritu Santo y su regreso en gloria.
El libro de Hebreos
lo presenta como sacerdote al ofrecerse como sacrificio por nuestros pecados y
al orar por nosotros.
Jesús le dijo a
Pilato que era rey, pero su reino no era de este mundo (era espiritual).
Millones le sirven ahora como Rey de su vida, y volverá a la tierra para
establecer su reino universal.
*
Los judíos rechazaron a Jesucristo porque no vieron cumplidas en Él las
profecías mesiánicas respecto a su obra como Rey.
Dos corrientes de
profecías mesiánicas se unen en Cristo: la del sufrimiento y la de su gloria
venidera. Respecto al sufrimiento tenemos Salmos 22; 41:9; 69:1-26; Isaías
50:4-7; 52:13-15; 53:1-12; Daniel 9:25-26; Zacarías 11:12-13; 12:10; 13:6-7.
En cuanto a su gloria
venidera vemos Salmos 2; 6; 8:18; 35; 45; 72; 118:22; Isaías 9:6,7; 11:1-10;
32:1-3; 42:1-7; 53:11,12; Jeremías 23:5,6; Daniel 2:44; 7:13,14; Miqueas 5:2;
Zacarías 6:12,13; 9:9,10; Malaquías 3:1-3. En estos textos y en el Nuevo
Testamento vemos la parte que Israel tendrá en el reino de Cristo. Lucas
1:54,55,67-79; 2:25-32; 21:25-28; 22:28-30; Romanos 10,11; Hebreos 8:6-12;
Apocalipsis 7; 21:9-14.
Es probable que
Isaías 53 haya sido más usado por Dios que cualquier otro pasaje bíblico para
la conversión de los judíos. Dice claramente que ya había un plan divino
establecido para la muerte del Mesías. Muestra que la persona es salva cuando acepta
la muerte de Cristo en lugar de la suya. Profetiza el rechazo del Salvador, el
juicio, su muerte vicaria, resurrección y triunfo eterno. ¿Cómo podría vivir
largos días (v. 10) después de su muerte y sepultura (v. 9) si no es porque
resucitó? Este capítulo no se lee en las sinagogas, puesto que señala demasiado
directamente a Cristo. Véase Salmo 16; Hechos 2:14-42.
El cumplimiento en
Jesús de las profecías mesiánicas demuestra que Él es el Cristo. El cuadro
''Profecías mesiánicas cumplidas" presenta algunas de las muchas profecías
en el Antiguo Testamento del Mesías en su misión redentora, y las citas en el
Nuevo Testamento de su cumplimiento en Jesucristo. Las fechas de las profecías
son aproximadas.
Tengamos en cuenta
que todas estas profecías tienen que ver con la primera venida del Mesías. Muchos
otros textos en el Nuevo Testamento señalan cómo Jesús cumplió las profecías.
El Evangelio según San Mateo y la Epístola a los Hebreos fueron escritos
especialmente para los judíos, para demostrarles en qué forma Jesucristo es el
cumplimiento de las Escrituras.
Hay muchas otras
profecías acerca del Mesías que se refieren a su segunda venida para reinar
sobre el mundo. El hecho de que Jesús ya cumplió las profecías sobre el
sufrimiento del Mesías nos hace creer que en su segunda venida cumplirá las que
faltan. Él reafirmó las profecías respecto a su muerte, resurrección y reino
venidero, y agregó algunos detalles. El cumplimiento de lo que profetizó nos
fortalece en esperar su regreso en gloria.
Jesús, los ángeles y
los apóstoles hablaron de su regreso. Cumplirá luego las otras profecías y la
esperanza de su pueblo en un reino universal de justicia y paz. Nos hacemos eco
de la oración del apóstol Juan al terminar de escribir la-revelación que había
recibido de Jesucristo: "Amén; sí, ven, Señor Jesús."
La resurrección de
Jesús. Tenemos
muchos motivos para creer en la resurrección de Jesús. Entre las evidencias
podemos citar:
1.
Su documentación cuidadosa como hecho histórico. Mateo y Juan estaban entre los
discípulos que tuvieron encuentros con el Cristo resucitado, y escribieron al
respecto en sus Evangelios.
El historiador Lucas
acostumbraba “investigar con diligencia” de testigos oculares los acontecimientos que
relató (Lucas 1:1-4). El Evangelio según San Lucas 22:47-24·53 relata el
arresto, el juicio, la crucifixión, la muerte, la sepultura, la resurrección, las
apariciones y la ascensión de Jesús. Luego Lucas inicia su segunda carta a su
amigo Teófilo (Hechos 1:1-3) mencionando que Jesús, después de su resurrección,
"se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles
durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios".
2.
La tumba vacía a pesar de la vigilancia de los soldados que, so pena de muerte,
tenían que evitar que se robaran el cuerpo.
3.
Las apariciones de Jesús a los suyos durante cuarenta días, incluso a
quinientos al tiempo de su ascensión.
4.
El trato de los discípulos con Él. Lo tocaron, y Él comió con ellos para
mostrarles que no era sólo un espíritu.
5.
El cambio de actitud de sus discípulos que habían perdido la fe en su misión y
reino futuro. Después proclamaban con valor que El vivía y vendría otra vez
para reinar.
6.
La conversión de Pablo basándose en su encuentro con el Cristo resucitado y
ascendido.
7.
La afirmación de Pablo de que Jesucristo ''fue declarado hijo de Dios con
poder... por la resurrección de entre los muertos".
8.
La proclamación de su resurrección en la predicación de los apóstoles como
fundamental para nuestra salvación y resurrección.
9.
La disposición de los apóstoles a sufrir la muerte por afirmar la veracidad de
la resurrección.
10. La mención de la resurrección de Jesús en muchas de las epístolas y en
el Apocalipsis.
11. El cambio en la vida de los que lo aceptan ahora como Salvador, y la
respuesta a las oraciones en su nombre. Véanse 1ª Corintios 15:3-24; Juan
19:31-21:25; Hechos 1:13,9-11. 2ª Timoteo 2:8; 1ª Pedro 1:3-4; Apocalipsis 1:5,
12-18.
LA BIBLIA
*
Los judíos creen en la inspiración divina del Antiguo Testamento, pero no en la
del Nuevo.
El problema está en
convencerlos de la realidad histórica de que Jesús es el Mesías prometido. Al
ver eso, es fácil que reconozcan la inspiración del Nuevo Testamento. Mientras
tanto, que lo lean como historia para ver cómo lo relatado en él cumple las
profecías y arroja luz sobre el Antiguo Testamento.
El Nuevo Testamento es el
complemento del Antiguo. En él sé cumple y se explica el antiguo pacto. Se ve
cómo los cuadros ceremoniales se han cumplido en Cristo. La Epístola a los
Hebreos tiene enseñanzas muy buenas en ese sentido.
LA SALVACIÓN
*
Los judíos creen que la salvación se obtiene por cumplir con la ley mosaica o
por los sacrificios dispuestos para el pecador. Como son miembros del pueblo
escogido de Dios, serán objeto especial de su misericordia y de su bendición.
Hace falta
demostrarles que todos los sacrificios desde los tiempos más remotos eran sólo
cuadros proféticos del "Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo" (Juan 1:29). Es importante que estudien la Epístola a los Hebreos e
Isaías 53.
Nadie (con la
excepción de Jesús) ha podido cumplir con todos los requisitos de la ley
(Romanos 3:23). La Epístola a los Romanos tiene un valor especial para hacer
ver que la salvación no nos viene por cumplir la ley, sino por la fe en Cristo.
Gálatas tiene el mismo mensaje: por las obras de la ley ninguno puede ser
justificado (Gálatas 2:16; 3:11). Abraham fue justificado por la fe (Génesis
15:6; Romanos 4:1-50). La salvación es don de Dios; no se consigue por obras
(Efesios 2:8,9).
Desde la época de los
apóstoles no se han podido ofrecer los sacrificios ordenados por expiación,
pues éstos debían hacerse en el templo. Desde la destrucción del templo por el
ejército romano en el año 70 d. C., quedó suspendido el sacrificio. Todos los
sacrificios por el pecado habían sido como ''vales" o cheques contra la
cuenta que sería puesto a favor de la humanidad por la muerte del Creador por
su creación. Hecho el pago en efectivo, no hacían falta los cheques como
promesa del pago.
En la guerra de 1967 los
judíos tomaron posesión del monte del templo, y desde entonces algunos han hecho
preparativos para reedificar el templo y restaurar los ritos antiguos. Esto se
ha demorado para no entrar en conflicto con los árabes que tienen su templo
allí. De todos modos, de nada sirve el símbolo mientras se rechace la realidad,
al Cristo prefigurado por sus sacrificios.
El TRATO CON LOS JUDÍOS
Nuestra actitud
1.
Debemos superar todo antagonismo. No
hay que echarles a los judíos la culpa por la muerte de Cristo. Pilato y los soldados
romanos representaban a los gentiles. ¿Acaso se comportaron mucho mejor que los
judíos? Nosotros también somos culpables. Fueron nuestros pecados los que lo
llevaron a la cruz.
2.
Seamos agradecidos con ellos por su
contribución a nuestra salvación. Nuestro Salvador era judío en cuanto a su
humanidad. Recibimos nuestra Biblia y la predicación del evangelio de los
judíos.
3. Procuremos comprenderlos y reconocer
sus muchas virtudes admirables. Sería bueno estudiar su historia. Al leer de sus sufrimientos
y su fidelidad a Dios en medio de la persecución uno no puede menos que admirarlos.
Por ser fieles a su religión y a su raza, han permanecido como pueblo aparte
sin ser asimilados por las naciones donde han vivido por más de diecinueve
siglos. Han hecho contribuciones notables a las artes y a las ciencias.
Dificultades
1.
La persecución. Muchos judíos
ortodoxos que han aceptado a Cristo han sido perseguidos terriblemente por su
familia. Los dan desheredado, expulsándolos de la casa y aun celebrando su
funeral para hacer constar que ya no existen para la familia. Si los ven en la
calle los tratan como desconocidos. Por esa razón, muchos creen en Cristo en
secreto mientras oran por la salvación de su familia. Tienen que pedir que Dios
les dé sabiduría y valor para hablarles de Cristo a su familia.
2.
Los prejuicios contra el cristianismo.
Creen que Jesús era un impostor blasfemo. El trato que han recibido de los
llamados cristianos a través de los siglos ha aumentado sus prejuicios. Durante
la Inquisición, el "cristianismo" trató de aniquilarlos. Y en la
nación "cristiana" de Alemania, millones de ellos fueron exterminados
en pleno siglo veinte por el "crimen" de ser judíos.
En el movimiento
ecuménico actual se acercan más los judíos y los cristianos en defensa de
principios morales y religiosos. Varios grupos evangélicos han establecido
buenas relaciones con la nación de Israel. Difunden noticias de su lugar en la
profecía y señalan acontecimientos que indican su próximo cumplimiento. (4)
Hay que mostrarles
sincera amistad y ganar su confianza. Se les puede explicar y demostrar con los
hechos que hay una diferencia entre los que sólo se llaman cristianos y los que
lo son de verdad. Los verdaderos cristianos no desprecian a los judíos, sino
que los saben apreciar. Cierto creyente dijo a un judío: ''Mi mejor amigo
también es judío." Luego le habló de su mejor amigo, Jesucristo.
La conversación sobre
las hazañas de los israelíes en la transformación de Palestina en nuestros
tiempos es buena manera de establecer contacto y mostrar interés sincero en su
nación. Esto abre el camino para hablar de las profecías cumplidas sobre el
restablecimiento de Israel en su tierra.
3.
La incredulidad de los liberales.
Entre los liberales hay menos prejuicio contra el cristianismo y menos
persecución a los convertidos, pero hay menos hambre espiritual.
Tácticas especiales (5)
1. Usar sus propias
Escrituras, el Antiguo Testamento.
2. Mostrar cómo Jesús
cumplió las profecías mesiánicas.
3. Emplear preguntas
porque eso les gusta a los judíos.
4. Pedir que estudien
el Salmo 22 e Isaías 53.
5. Tratar de que lean
el Nuevo Testamento, sobre todo Mateo, Juan, Romanos, Gálatas y Hebreos.
6. Presentar el plan
de Dios para los judíos en el reino eterno de Cristo. Muchos han sido ganados
para Cristo mediante esa presentación
7. Llevarlos a
aceptar a Cristo como su Salvador personal. No basta reconocer que Jesús es el
Mesías. Hace falta el arrepentimiento y la entrega de su vida a Él.
8. Hacer ver que uno
no se convierte en menos judío al aceptar a Cristo. Al contrario, llega a ser
un judío completo. Gozará de beneficios y privilegios eternos por estar en una
relación personal con el Salvador, el Mesías, el Hijo de Dios.
9. Tener paciencia en
el trato y orar por las personas.
PREGUNTAS Y ACTIVIDADES
1.
¿Hay comerciantes judíos en su comunidad? ¿Cuál es la actitud general del
pueblo hacia ellos? ¿Sería bueno
cultivar su amistad?
2.
Dramatice: primero, la manera en que no se debe hacer evangelismo personal con
los judíos; entonces el primer encuentro entre un buen obrero personal y un comerciante judío, luego
los encuentros siguientes en los cuales le presenta el evangelio.
3. Asigne lectura
sobre los judíos para informar en clase.
4. Si hay Cónsul o
Embajador israelí en su ciudad, véanse las posibilidades de conseguir que hable
a la clase (o a todo el instituto bíblico o a la iglesia) acerca de su nación.
5. Haga amistad con
un judío. Dígale que está estudiando la historia admirable de su pueblo; Pídale
que le cuente algo sobre su religión.
6. ¿Qué hemos
recibido los cristianos de los judíos?
7. Divida la clase en
dos bandos. Un bando citará una profecía mesiánica den Antiguo Testamento. El
otro citará el cumplimiento en el Nuevo Testamento.
8. Mencione las
reglas para el trato con los judíos.
9. ¿Qué capítulo del
Antiguo Testamento muestra claramente que el Mesías debía morir por nuestros
pecados?
----------------------------
(1) El historiador Flavio Josefo relata mucho acerca de las
pruebas y los triunfos de los judíos.
(2) Myer Pearlman, Curso para el evangelismo personal, p. 157,
Editorial Vida, 1968. Esta obra (ya agotada) no debe confundirse con El Evangelismo
personal, del mismo autor.
(3) J.C. Macauly y Robert H. Belton, Personal Evangelism, p. 229.
(4) Se destaca "Amigos de Israel" dirigido por David
A. Lewis.
(5) Muchas de estas sugerencias son de Myer Pearlman, en Curso para el evangelismo personal, pp.
161,162.
* Extracto del libro "¿Cuál camino?", de Luisa Jeter de Walker (págs 17-29)
En este link puede descargar el libro en PDF directamente al computador.