EL CELO POR LA CASA DE DIOS
“¿Acaso no saben ustedes que son templo de Dios, y
que el Espíritu de Dios vive en ustedes?” 1ª Corintios 3:16 (Leer: 1ª Corintios
3:10-17)
El sobrepeso es
realmente un gran problema. Los sillones de los cines no son del tamaño
correcto, se necesita comprar la ropa en tiendas especiales, ni mencionar que
algunas personas casi siempre se burlan de los gorditos, así como lo hacen con
los flacos, los orientales, los morenos. El mundo es así, a tal punto que
nuestra generación vive en la búsqueda del cuerpo perfecto. Los gimnasios
siempre están llenos, como lo están las estaciones termales. Todos desean tener
el cuerpo modelo. Quien no consigue perder peso de manera natural, intenta
lograr éxito con cirugías estéticas o con reconstrucciones.
En la primera carta a los corintios, Pablo habla
directamente a las personas que quieren servir al Dios de dioses. Pablo no
ahorra palabras cuando pregunta: “¿Acaso no saben ustedes que son templo de
Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes?” No tengo nada a favor o en
contra de las personas que desean perder peso. Pero, la preocupación debería
ser acerca de la extensión del evangelio. ¿Eres de gran estatura, eres delgado
o gordito? Eso no es lo importante. Lo que sí importa es cómo usas tu cuerpo
para predicar en el nombre de Jesucristo. Y ten en cuenta que tu esfuerzo en
esta obra no será en vano, porque Jesús promete un cuerpo incorruptible en la
eternidad.
Eterno Dios. Aleja de nosotros la vanidad y
ayúdanos con la tarea de mantener nuestro cuerpo sano y digno de guardar el
Espíritu Santo. En el nombre de Jesús, amén.
MINISTERIO REFORMA - (DEVOCIONAL “CADA DÍA”)
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El Rev. Juan Boonstra es quien nos guía este
mes a apreciar la Biblia y lo que ella tiene que decir para todos. Él fue el
director y la voz de La Hora de la Reforma por más de un
cuarto de siglo.