“Pero las cosas que para mí eran ganancia las he
considerado pérdida a causa de Cristo.”
Filipenses 3:7 (Leer: Lucas
10:38-42)
Una de las
cosas que más disfruto es enseñar y viajar. Hace ya algún tiempo me invitaron a
impartir algunas charlas en otro país. Mientras viajaba me dispuse a hacer una
lista de oración con diferentes motivos y teniendo en mente a algunas personas
por las cuales pensaba que debía orar. Durante toda la estadía mantuve mi
compromiso con el listado de oración que había hecho, incluso incluí más puntos
de oración a mi lista.
Cuando regresé
a casa estaba muy confiado en que continuaría con la dinámica de oración que
había iniciado, mas no fue así, estaba tan ocupado con cosas, situaciones en la
iglesia, con escribir, la familia y el trabajo, que tan sólo oraba por tiempos
cortos. Desgraciadamente había caído en una de las trampas más comunes de
nuestro tiempo, el escoger lo bueno y rechazar lo mejor.
En mi lectura
devocional diaria de esa semana, leí Lucas 10:38-42, donde se narra la historia
de María y Marta; inmediatamente me relacioné con Marta, pues ella “estaba
preocupada con muchos quehaceres” (v. 40) y descuida lo mejor, o sea a Jesús. Ella debía aprender a decir que “no” a
algunas cosas buenas que estaba realizando, con el fin de hacer espacio para lo
mejor. Al igual que ella yo debía
tomar más tiempo para dar gracias a Dios, pidiendo por las diferentes
situaciones importantes que había anotado y poniendo en oración a mis parientes
y amigos.
Debemos tener
siempre cuidado, incluso en nuestros momentos de oración, ya que podemos caer
en el legalismo, pues algo tan maravilloso como la oración se puede convertir
en algo que se debe hacer por cumplir una cosa más de nuestra lista de cosas
buenas por hacer. Podemos caer en el
error de convertirla en una obligación en lugar de verla como un privilegio y
parte esencial de nuestra relación con Dios.
Por su parte,
al proseguir con el relato nos encontramos con el reconocimiento que Jesús le
hace a María, pues “ha escogido la buena parte” (v. 42).
1. Es necesario evaluar lo que hacemos en
función de lo que es bueno y lo que es mejor.
2. Si en verdad queremos tener una
relación más cercana con Dios, es necesario pasar tiempo con Él.
MD/HG -
(DEV. PROVERBIOS: “SABIDURÍA DIVINA PARA LA VIDA DIARIA”)