En los últimos
años, Dios me ha dado una visión del futuro. Él me ha mostrado un tiempo en que
el Espíritu Santo se moverá en la quietud de la noche y despertará a nuestros
hijos como nunca antes. Serán como el joven Samuel en la Biblia que corrió al
sacerdote Elí porque no sabía quién era la voz que le hablaba en la noche (Ver
1 Samuel 3). He visto cómo estos niños correrán asustados a la habitación de
sus padres por la noche, sin darse cuenta de que Dios mismo les está hablando.
Dios está
llamando a nuestros hijos a marcar la diferencia. Él sabe que muchos de sus padres no han entregado completamente sus vidas,
su tiempo y su energía -sus manos, sus pies, sus mentes y sus corazones- a su
control, así que está llamando a los niños de nuestro tiempo para llenar el
vacío.
Mi mensaje a
los padres de estos preciosos hijos es este: ¡No los detengan! Dios mismo los
está llamando. Es su fuego y su Espíritu Santo preparando el camino para la
mayor transformación que haya tenido lugar en el mundo hasta ahora.
Tantos jóvenes
están inquietos, cansados de ir a la iglesia donde todo es la misma rutina.
Quieren ver al Espíritu Santo en acción. ¡Quieren experimentar todo acerca de
Jesús ahora!
“Y en los postreros días, dice Dios,
derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones” (Hechos 2:17).
NICKY CRUZ - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)