“…mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la
gracia” Rom 5:20
Dios colmará
con gracia a los pecadores que verdaderamente se han arrepentido.
¿Alguna vez
pecaste tan terriblemente que sentiste “realmente lo eché a perder, no hay
manera de que Dios quiera perdonarme ahora”? Es fácil en ocasiones dejar que
nuestros pecados pasados sean una carga constante para nosotros aún después de
haberlos confesado y habernos arrepentido. Pablo tiene consuelo para aquellos
que se sienten de esa manera, y ese consuelo está fundado en el poder y en la
medida de la gracia de Dios para nosotros. Antes de su conversión, Pablo
(conocido como Saulo) persiguió a la iglesia sin piedad (ver Hechos 8:3 y
9:1-2), él fue un “blasfemo y un perseguidor y asolador” (1ª Tim 1:13 y Gal
1:13). Si alguien podía estar más allá de la gracia fue Pablo.
Pero Dios
intervino y lo salvó (Hch 9:3-19) ¿Por qué? “Pero por esto” dice Pablo “fui
recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su
clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna” (1ª
Tim 1:16). Si Dios perdonó a Pablo, Él perdonará a cualquiera que confiese sus
pecados y se arrepienta. Si Él mostró
abundante gracia a un incrédulo violento, Él también mostrará gracia sobre Sus
hijos arrepentidos.
Dios no es
tacaño con la gracia. Pablo celebra la gracia salvadora “con la cual nos hizo
aceptos en el Amado” (Efe 1:6) y “las riquezas de su gracia, que hizo
sobreabundar para con nosotros” (v 7-8). Hablando de la gracia sustentadora,
Pablo dice “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a
fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis
para toda buena obra” (2ª Cor 9:8). Nota las palabras que usa Pablo “toda
gracia”, “abunde” “todo lo suficiente” “todo” “abundéis” “toda buena obra”. La
gracia de Dios es inagotable y es dada tan libremente que las palabras no
pueden expresarlo plenamente.
Grandes pecados
requieren de gran gracia, pero Dios dará sobreabundante gracia a aquellos que
buscan el perdón porque “donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Rom
5:20). No dejes que tus pecados pasados te agobien, aprende a descansar en la
sobreabundante gracia de Dios.
JOHN MACARTHUR - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)