“...caminó Enoc con Dios trescientos años...” Génesis 5:22
La vida es un
camino con un principio y un final. Y si eres sabio harás lo que hizo Enoc
durante trescientos años: caminó con Dios. Caminar con el Señor no es pesado ni
aburrido. El salmista dijo: “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia
hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre” (Salmos 16:11). Dios
te hizo para Sí, y hasta que no entiendas Su propósito para tu vida no tendrás paz
y felicidad. Si sacas a un pez fuera del mar y lo colocas en la playa verás que
sus escamas se secan mientras respira con gran dificultad.
¿Está contento
el pez? No. Si lo cubrieras con una montaña de dinero, ¿estaría contento? No.
¿Le harían feliz un iPad, un buen libro y una bebida fresca? No. ¿Y un armario
lleno de ropa de la última moda? No. Solamente una cosa le dará la felicidad:
volver al agua. El pez nunca será feliz en la playa, porque no fue hecho para
la playa. Fue creado para el océano, lo mismo que tú fuiste creado para tener
una relación con Dios.
Siempre te sentirás como un pez fuera del agua, sin
conocer la verdadera paz y felicidad, hasta que encuentres a Dios. Lo bueno es
que Él está muy cerca de ti, a la distancia de una oración. Una vez que le
pidas que venga a tu corazón nunca te
volverás a sentir vacío. ¿Sabes para qué vino Jesús en aquella primera Navidad?
Él nos lo dice: “…Para que tengan mi gozo completo en sí mismos” (Juan 23:13).
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")