lunes, 26 de diciembre de 2016

MILAGROS Y RESPONSABILIDAD 25 diciembre





PREGUNTA Y RESPUESTA DE DICIEMBRE 25 - 26 DE 2016

MILAGROS Y RESPONSABILIDAD (JUAN 15)

"Si Yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece. Si Yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre." Juan 15:21-25


Todos son responsables por su pecado “porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, Su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (vv. 19-20; cp. Jn. 1:9).

Pero quienes oyeron a Jesús tienen una responsabilidad aún mayor por rechazar la Verdad. Jesús dijo: Si Yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado… Si Yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado. Aquí el Señor no hablaba del pecado en general, sino del pecado específico de rechazarlo voluntariamente frente a la revelación completa. Este es el pecado más serio de todos porque es el único imperdonable. Habiendo sido testigos de primera mano de los milagros de Jesús y habiendo oído Sus enseñanzas -las dos cosas testimonio inequívoco de Su deidad (cp. Mt. 7:28-29; Jn. 7:46; 10:25, 37-38; 14:10-11)-, la conclusión de los fariseos fue: “Éste no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios” (Mt. 12:24). Jesús les dijo que su pecado era imperdonable porque atribuyeron Sus obras milagrosas a Satanás y no al Espíritu Santo: Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero (Mt. 12:31-32).

Aunque ese pecado específico no se puede volver a cometer, pues Jesús ya no está presente físicamente en la tierra, el principio sigue siendo el mismo. El rechazo total frente a la revelación total es imperdonable, no hay nada más que Dios pueda mostrarle a tales personas. Estas son las palabras aleccionadoras del escritor de Hebreos: 

Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio (He. 6:4-6).

A pesar de su celo extremo (cp. Ro. 10:2), los oponentes judíos de Jesús habían visto y aborrecido a Jesús y al Padre. La verdad es que quienes rechazan a Cristo no conocen a Dios. Esto no se aplica en menor manera a quien es religioso en lo externo que a quien es un ateo endurecido. Toda religión falsa es de origen demoníaco. Pablo escribió a los corintios: “Lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios” (1 Co. 10:20; cp. Lv. 17:7; Dt. 32:17; Sal. 106:37). Jesús dijo a los más religiosos de su época: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer” (Jn. 8:44). (Pag. 361-362)






COMENTARIO DESTACADO DEL DÍA DE HOY


JUAN

A menudo, es el primer libro de la Biblia que usted lee cuando se convierte en cristiano. El Evangelio de Juan, un libro fascinante. Lo que le da su significado es la presentación que el apóstol ofrece de Jesús como "el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en Su nombre." (Jn 20:31). Este Comentario es un tesoro para todos los cristianos, desde el creyente más joven hasta el académico más maduro. En sus páginas se percibe un gran conocimiento de la Biblia y un amor y un celo profundos por la Palabra y por el Dios de la Palabra.













TRADUCCIÓN