Pablo instaba a
Timoteo a permanecer en Éfeso, aunque daba la impresión de que él no quería
quedarse. (Ver 1ª Timoteo 1:3-4). Creemos que la razón quizás era debido a los
problemas que la iglesia de Éfeso estaba enfrentando. Al parecer la iglesia estaba viviendo según su propia justicia,
tratando de parecer justos. Cuando alguien vive en justicia propia, a
menudo esa persona es engañada y esto la puede llevar a ser codiciosa y
ambiciosa, e inclusive comenzar a acaparar cosas.
En aquel tiempo
había una hambruna en Macedonia y también en Jerusalén, y como resultado de
ello había una pobreza extrema. Mientras Macedonia y Jerusalén estaban
padeciendo, la economía en Éfeso era buena, tenían una gran cantidad de recursos,
pero ellos se aferraban a estos recursos.
Pablo dice en 1ª Timoteo
6:17-18: "Manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las
riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las
cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas
obras, dadivosos, generosos".
La primera
palabra que usa Pablo: “Manda”, significa “ordena o da órdenes estrictas".
En algunas traducciones dice: "Ordena los que son ricos en este tiempo que
sean generosos".
¿Por qué diría
Pablo que le ordene a la gente a ser generosa y ya no aferrarse a las cosas?
Suena legalista y lo es -porque es la Ley-. La Ley nos muestra dónde estamos
fuera de la gracia, dónde nos equivocamos. El mandato que Pablo le dijo a
Timoteo que debía dar a los efesios no era solamente para lograr que den una
ofrenda, sino para hacerles ver que algo de la gracia les hacía falta en sus
vidas.
GARY WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)