domingo, 4 de diciembre de 2016

LAS MUJERES Y EL TRABAJO FUERA DE CASA 3 diciembre





PREGUNTA Y RESPUESTA DE DICIEMBRE 3 - 4 DE 2016

LAS MUJERES Y EL TRABAJO FUERA DE CASA (TITO 2)

"[que enseñen a las mujeres jóvenes] a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada." Tito 2:4-5


En quinto lugar, las mujeres jóvenes casadas deben ser cuidadosas de su casa. Una de las cosas más difíciles de hacer para las esposas contemporáneas es sentirse satisfechas como amas de casa. Parte de la razón es que los electrodomésticos modernos y otras utilidades simplifican y reducen en gran manera el trabajo doméstico; y el tiempo que no se utiliza para algo constructivo produce aburrimiento, insatisfacción y con frecuencia mayores tentaciones. Sin embargo, la presión más grande sobre las esposas jóvenes en la actualidad es la saturación de nuestra cultura por los preceptos de las feministas radicales, quienes creen que la permanencia de las esposas en el hogar es una forma flagrante de servidumbre impuesta por los hombres de la cual necesitan liberarse todas las mujeres. Insisten sin ambages en que las mujeres deberían ser tan libres como los hombres para trabajar fuera del hogar en cualquier trabajo, con la intensidad y durante todo el tiempo que quieran.

Las estadísticas también dejan en claro que las aventuras fuera del matrimonio aumentan de forma exponencial con las mujeres que trabajan fuera del hogar, por la simple razón de que se exponen más a la tentación. Además de ello, con frecuencia terminan bajo la autoridad de un hombre diferente a su esposo (cp. Ef. 5:22, en especial la palabra “propios”), en un ambiente antitético frente a estándares cristianos de moralidad y funciones de género. Es trágico que muchas madres jóvenes se vean forzadas a tener trabajos fuera del hogar debido a que sus esposos han muerto, están en la prisión o las han dejado y no pagan el sostenimiento de los hijos debido a que nunca se han casado y sus propias familias son incapaces de ayudar o no están dispuestas a hacerlo.

También es trágico que muchas iglesias y amigos cristianos desatiendan su obligación de ayudar a las mujeres jóvenes que se encuentran atrapadas en esas situaciones difíciles. Lo cierto es que si la madre está lejos del hogar, los hijos pequeños son cuidados fuera de casa, cuando en realidad necesitan estar allí cuanto más sea posible; y no ser privados de la compañía y la instrucción de sus madres.

Es obvio que las mujeres que no tienen hijos o cuyos hijos ya han crecido tienen menos obligaciones en el hogar y por lo tanto cuentan con mayor tiempo disponible. El punto no es tanto que el lugar de una mujer sea la casa, sino que su responsabilidad es el hogar. Es posible que tenga un trabajo razonable fuera o que elija trabajar en la iglesia o servir en el ministerio a través de alguna entidad cristiana, en un hospital, una escuela o de muchas otras formas. Sin embargo, el hogar es el dominio y territorio especial de una mujer, y siempre debería ser su máxima prioridad. Allí es donde ella puede ofrecer más ánimo y apoyo a su esposo; y es el mejor lugar para ejercer la hospitalidad con amigos cristianos, vecinos incrédulos, así como misioneros u otros obreros cristianos que vienen de visita.

Con relación al mandato de ser cuidadosas de su casa, las esposas cristianas jóvenes deben cuidarse mucho de ser prudentes y sensibles, tal como se les amonesta antes en este versículo. Deben comunicarse con sus esposos y consultar con ellos para que haciendo uso del buen juicio se decida cuánto tiempo se puede pasar de manera justificada y sabia en actividades por fuera del hogar, bien sea en un trabajo asalariado o en alguna forma de servicio. Cuando ellas tienen un deseo genuino de obedecer y honrar al Señor en todas las cosas y buscan la guía de su Palabra en oración, pueden tener la seguridad de que Él proveerá la sabiduría y resolución necesarias.

Las verdaderas víctimas en la actualidad no son mujeres que con disposición voluntaria mantienen lazos de amor con el Señor, sus esposos y sus hijos. Las verdaderas víctimas son más bien aquellas mujeres que han sido engañadas por ideas feministas, anti bíblicas y satánicas acerca de liberarse de Dios y del hogar. 

El hogar es donde una esposa puede suministrar las mejores expresiones de amor por su esposo. Es el lugar donde enseña y guía a sus hijos además de darles un ejemplo de piedad insustituible. Allí es protegida de relaciones abusivas e inmorales con otros hombres, y sobre todo en nuestro tiempo, en el hogar es protegida de influencias mundanas aun a pesar de las intromisiones impías de elementos nocivos como lo son muchos programas de televisión, revistas y otros. 


El hogar es donde ella tiene una oportunidad especial para mostrar hospitalidad y para dedicarse a hacer otras buenas obras. El hogar es donde ella puede hallar una realización personal auténtica y satisfactoria, como cristiana y como mujer. (104-106)






COMENTARIO DESTACADO DEL DÍA DE HOY


TITO

2 Tesalonicenses, 1 2 Timoteo, junto con Tito, forma parte estos comentarios expositivos, donde no solamente se percibe un gran conocimiento de la Biblia, sino un amor y un celo profundos por la Palabra de Dios y por el Dios de la Palabra. John MacArthur hace una valiosa contribución a la interpretación y aplicación del texto bíblico que se refleja en una exégesis cuidadosa, una gran familiaridad con el escritor inspirado y su contexto. Un excelente recurso para la preparación de sermones, el estudio personal y la vida devocional.














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