“Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a
ti” (Mateo 7:12 NTV)
En su libro
“Corramos con los gigantes”, John Maxwell narra acerca de un nuevo pastor que
presentó a la congregación las siguientes ocho reglas:
1) Si tienes
algún problema conmigo, ven a verme en privado. Yo haré lo mismo contigo.
2) Si alguien
tiene un problema conmigo y acude a ti, envíamelo a mí. Yo haré lo mismo.
3) Si alguien no quiere venir a mí, dile ‘Vamos a
verlo juntos’. Yo haré lo mismo.
4) Ten cuidado
con la forma de interpretarme, prefiero hacerlo yo, ya que es muy fácil
malinterpretar las intenciones. Yo también tendré cuidado de como percibo las
tuyas.
5) Si algo es
confidencial, no lo digas. Si alguno de vosotros viene a verme en confidencia,
no diré nada a nadie, a menos que alguien esté en peligro de dañarse a sí mismo
o a otros o se haya abusado física o sexualmente de un niño.
6) No leo
cartas que no estén firmadas.
7) Yo no
manipulo a nadie, ni nadie me manipula a mí. No dejes que los demás te
manipulen ni que intenten manipularme utilizándote a ti.
8) Si no estás seguro de algo, dímelo. Si te puedo
contestar sin tergiversar las cosas o romper la confidencialidad, lo haré.
Estas ocho
reglas se pueden resumir en una frase: “Haz a los demás todo lo que quieras que
te hagan a ti” (Mateo 7:2 NTV). Los matrimonios sólidos, las buenas relaciones
de negocios y las buenas amistades se basan en esta regla de oro que Jesús nos
dio. Consideremos esto: “Absteneos de toda clase de mal” (1ª Tesalonicenses
5:22). Si alguien piensa que te estás aprovechando de él, aún después de
explicarles tus intenciones, es posible que tengas que replantearte tus ideas.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")