“… he aquí os
doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo” Lucas 2:10
(Leer: Juan 16:16-24)
Cuando Janet fue a enseñar inglés en una escuela en otro
país, se encontró con un ambiente oscuro y deprimente. Todos hacían su trabajo,
pero nadie parecía feliz. No se ayudaban ni alentaban unos a otros. Pero Janet,
agradecida por todo lo que Dios había hecho por ella, lo demostraba en todo lo
que hacía: sonreía, era amigable, ayudaba a los demás, y tarareaba himnos y
coros.
Poco a poco, la atmósfera de la escuela cambió. Uno tras
otro, todos empezaron a sonreír y a ayudarse. Durante una visita, el supervisor
preguntó por qué había cambiado la escuela, y el director, aunque no era
creyente, respondió: «Jesús trae gozo». Janet rebosaba de gozo del Señor y lo
esparcía a quienes la rodeaban.
El Evangelio de
Lucas relata que Dios envió a un ángel para anunciarles a unos pastores un
nacimiento extraordinario. Su
sorprendente declaración fue que el niño recién nacido traería «gran gozo […]
para todo el pueblo» (Lucas 2:10). Y así fue.
Este mensaje se ha difundido a través de los siglos, y
ahora, nosotros somos los mensajeros de gozo que Cristo ha enviado al mundo.
Por el Espíritu Santo que mora en nosotros, seguimos esparciendo el gozo del
Señor, siguiendo su ejemplo y sirviendo a otros.
Señor, ayúdame a esparcir hoy el gozo de Jesús entre
quienes me rodean.
Lleva contigo todos los días el gozo de la Navidad.
(La Biblia en
un año: Apocalipsis 11:1-19)
JULIE ACKERMAN
L. - (DEVOCIONAL “NUESTRO PAN
DIARIO")