Dejar sus cargas
requiere un poderoso acto de determinación y un tipo de cirugía espiritual que
sólo el Espíritu Santo puede realizar.
Esto lo vemos
ilustrado en el libro de Nehemías. En ese momento, los israelitas fielmente y
con diligencia habían reconstruido las puertas de Jerusalén. Pero una vez que
las puertas estaban de vuelta en su lugar, la gente completamente pasó por alto
la observancia de sábado. Cada semana, largas filas de cargados animales
pasaron por las puertas de Jerusalén yendo y viniendo al mercado de la ciudad
lleno de mercancías.
Nehemías se enojó
cuando vio toda esta actividad en el día de reposo (Nehemías 13:15). Él advirtió a la
gente para que entregaran todas sus cargas y honraran el Sabbat de Dios, pero
cuando ellos no escucharon, subió el nivel de su advertencia: "Entonces reprendí a los señores de
Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, profa-nando así el
día de reposo?” (V 17). Él estaba diciendo, "los reprendí, les
prediqué, les advertí. Pero nada funcionó."
Finalmente, Nehemías
había tenido suficiente, así que tomó medidas drásticas: "Antes del día
de reposo, cuando ya empezaba a oscurecer y las puertas de Jerusalén todavía
estaban abiertas, ordené cerrarlas y no volver a abrirlas hasta que el día de
reposo hubiera pasado. Y para impedir la entrada de cualquier tipo de carga,
puse como guardias a algunos de mis siervos." (V 19).
Nehemías puso
centinelas en las puertas. Pero incluso entonces la gente que llevaba las
cargas no sería disuadida. Ellos acamparon durante toda la noche, llevando sus
cargas alrededor mientras esperaban que las puertas se abrieran. (Ver versículo
20).
Amados, sus cargas
estarán siempre acampando fuera de su mente, esperando una oportunidad para
entrar de nuevo exactamente como hacían antes. Usted puede dejarlas en la
noche, pero por la mañana van a estar allí, las preocupaciones e inquietudes de
siempre esperando que usted las recoja de nuevo.
Entonces, ¿qué hizo
Nehemías para detener todo el transporte de carga? Él dijo: "Entonces los
llamé y les advertí: “¿Por qué se quedan fuera de la muralla? Si vuelven a
hacerlo, los voy a encarcelar.” Y desde entonces dejaron de venir en día de
reposo." (V 21).
Cuando Nehemías llegó
al extremo de su resistencia, amenazó con la fuerza. Y, amado, eso es lo que
debemos hacer para mantener todas las cargas fuera de las puertas de nuestras
mentes. Al igual que Nehemías, tenemos que gritar desde nuestra alma:
"¡Esto no es a la manera de Dios! Yo vivo en el día de reposo, El Sabbat,
pero mi alma está de cualquier modo menos en reposo. Todo lo que me afecta y
mis preocupaciones entran y salen cuando les place. ¡Yo debo tomar dominio
sobre estas cargas, a toda costa!".
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)