“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu
y en verdad es necesario que adoren.” Juan
4:24
Dios es una
persona, pero no tiene características físicas.
Al comenzar
nuestro estudio de Dios, debemos entender primero que nada, que Él es una
persona, no una fuerza cósmica incognoscible. En Su Palabra, Dios es llamado:
Padre, Pastor, Amigo, Consolador y muchos otros nombres personales. Siempre se
refiere a Dios como un “Él” no un “esto”, Él también tiene características
personales: Él piensa, actúa, siente y habla.
Aprenderemos
tres aspectos de la persona de Dios en los próximos días: Dios es Espíritu,
Dios es uno, Dios es tres. Primero, Dios no tiene un cuerpo físico como el
nuestro: “Dios es Espíritu” (Juan 4:24) y “un espíritu no tiene carne y huesos”
(Luc 24:39) Pablo dice que Él es “invisible” (1 Tim 1:17). Dios se representó a
sí mismo como luz, fuego y nube en el Antiguo Testamento y en la forma humana
de Jesucristo en el Nuevo Testamento. Pero
tales revelaciones visibles no revelaron la totalidad o la plenitud de la
naturaleza de Dios.
Quizá te
preguntes sobre versos como el de Salmos 98:1 “Su diestra lo ha salvado, y su
santo brazo” y Proverbios 15:3 “Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos”. Estas
descripciones son llamadas antropomorfismos de las palabras griegas para
“hombre” y “forma” éstas ponen a Dios como si fuera un hombre, porque Dios ha
escogido describirse a Sí mismo de una forma en que podamos comprender. Si Él
no acomodara Su revelación a nuestro nivel finito, no tendríamos esperanza para
comprenderlo. Sin embargo no debes tomar el antropomorfismo literalmente. Si no
tendrás una visión falsa de Dios la cual le robaría Su naturaleza real y Su
poder verdadero. Mira el Salmo 91:4 “Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus
alas estarás seguro”. Dios no es un pájaro y
“Dios no es hombre” tampoco (Núm. 23:19) Él es Espíritu.
JOHN MACARTHUR - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)