“… Ella ha
hecho una obra hermosa conmigo.” (Marcos
14:6 NVI) Leer: Lucas 7:36-50
Imagina a dos adolescentes. Una es fuerte y saludable. La
otra nunca conoció la libertad de moverse sola. Desde su silla de ruedas, no solo
enfrenta los desafíos emocionales comunes de la vida, sino también una serie de
dolores y dificultades físicas.
No obstante, ambas sonríen alegremente mientras disfrutan
de la mutua compañía. Dos adolescentes hermosas; cada una viendo en la otra el
tesoro de la amistad.
Jesús dedicó gran parte de su tiempo a personas como la
muchacha de la silla de ruedas; personas con discapacidades o deformidades
físicas de por vida, o que eran despreciadas por los demás por diversas
razones. En realidad, Jesús permitió que una de esas personas lo ungiera con
aceite, desairando a los líderes religiosos (Lucas 7:39). En otra demostración
similar de amor, Jesús dijo a quienes lo criticaban: «Déjenla en paz […]. Ella
ha hecho una obra hermosa conmigo.» (Marcos 14:6 NVI).
Dios valora a
todos por igual; no hay distinción ante sus ojos. Ciertamente, todos necesitamos desesperadamente el amor
y el perdón del Señor. Su amor lo impulsó a morir en la cruz por nosotros.
Veamos a cada persona como lo hacía Jesús: creada a la
imagen de Dios, digna de su amor y hermosa.
Señor, ayúdame a ver a las personas como tú las ves:
suficientemente importantes como para haber muerto por ellas.
Todas las personas con quienes nos encontramos llevan la
imagen de Dios.
(La Biblia en
un año: 1ª Pedro 5:1-14)
DAVE BRANON - (DEVOCIONAL “NUESTRO PAN DIARIO")