“Si alguno quiere hacer su voluntad, conocerá de la
doctrina, si es de Dios o si yo hablo de mí mismo.” Juan 7:17
Conocer la
voluntad de Dios no es un problema de este siglo. La gente luchó en los tiempos
de Cristo. Algunas personas dijeron de Él: “es un buen hombre” otros dijeron
“engaña a la gente” (Juan 7:12) ¿Cómo podrían estas personas saber si Él los
estaba guiando a la verdad?
Viendo así las
cosas, Jesús estableció estándares de guía divina. Su primera advertencia fue,
Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió. Si cualquier hombre está
dispuesto a hacer Su voluntad, sabrá de la enseñanza si es de Dios o no (Jn
7:16-17). El requisito esencial para conocer la voluntad de Dios, de acuerdo a
Jesús, es querer hacerlo.
¿Cuál es la
voluntad de Dios? La voluntad de Dios para aquellos que creen en Él, es estar vivo en Cristo con el propósito de
establecer Su reino al vencer al diablo y convertirse en las personas que Él
les ha llamado a ser. Mira las primeras palabras de la oración del Señor:
“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre, venga Tu
reino, hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo” (Mat 6:9-10). Cuando
hacemos esta oración, estamos pidiendo que la voluntad de Dios sea hecha en la
tierra como actualmente lo es en el cielo. Aparentemente la voluntad de Dios se
ejecuta perfectamente en el cielo pero no en la tierra.
¿Estás
totalmente comprometido a hacer la voluntad de Dios sin estar seguro de lo que
es? ¿Tienes tus reservas en cuanto a someter tu voluntad a la de Dios?
¿Realmente crees que la voluntad de Dios para ti es buena, aceptable y perfecta
(Rom 12:2)? Si Dios es Dios y le llamas Señor, ¿no tiene Él el derecho de hacer
Su voluntad en tu vida?
ORACIÓN. Padre, que tu voluntad se lleve a cabo
en mis pensamientos, palabras y obras hoy de la misma manera que se hace en el
cielo, en el nombre de Jesús, amén.
NEIL ANDERSON - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)