Año 1 - Semana: 48 - Día: 2
LEE 1 Reyes 10:1-29
–
La riqueza y sabiduría de Salomón son reconocidas en el mundo.
MEDITA. Hay mucho que aprender de la historia que acabamos de
leer. En su reino y fuera de éste, la gente sabía que la sabiduría y las
riquezas de Salomón venían de Jehová. Recordemos que cuando Dios se le apareció
a Salomón, éste le pidió sabiduría para gobernar el pueblo pues reconocía su
incapacidad, y Dios además de dársela le añadió lo que no había pedido:
"tantas riquezas"; tal es así, que el versículo 23 nos dice que llegó
a ser el rey más rico y más sabio de los reyes de la tierra.
La obra de Dios puede ser probada porque es cierta. A pesar de haber oído de la fama
de Salomón, la reina de Sabá no se conformó con ello y decidió probar al rey
con preguntas difíciles. Entonces Dios le dio sabiduría al monarca para
responder. La misma reina no pudo convencerse hasta que confirmó que lo que
había oído no era ni la mitad de lo que vio.
Las personas a las que Dios bendice son a su vez bendición para quienes les rodean: "Tu
pueblo es feliz y tus criados están contentos pues escuchan tu sabiduría".
La persona que honra a Dios recibe y comparte las bendiciones: "A cambio
de los regalos que la reina le dio, Salomón le dio todo lo que ella pidió,
además de sus propios presentes."
El testimonio de la
persona que honra al Señor trasciende las fronteras. Al regresar a su tierra,
la reina y sus siervos llevaron hasta allá el testimonio de cómo honraba Dios a
Salomón, su elegido.
APLICA. ¿Tomas tiempo para buscar la
dirección de Dios y planificar lo que piensas realizar? ¿Te aseguras de contar
con todo lo necesario para iniciar y concluir un proyecto? ¿Con quiénes te
asocias? ¿Cómo incluyes al Señor en tu proyecto?
ORA. Padre, que mi vida glorifique tu nombre y bendiga a mi
prójimo.
UNIÓN BÍBLICA INTERN. - (Dev. “ENCUENTRO CON DIOS”)