El diablo tiene una
estrategia para engañar a los creyentes y hacerlos dudar de la fidelidad de
Dios en responder a la oración. Satanás quiere hacernos creer que Dios ha
cerrado Sus oídos a nuestro clamor y ha dejado que resolvamos las cosas por
nosotros mismos.
Creo que la mayor
tragedia en la iglesia de Jesucristo hoy en día es que muy pocos creen en el
poder y la eficacia de la oración. Sin intención de blasfemar, multitudes en el
pueblo de Dios se pueden oír reclamando: “Oro, pero no obtengo respuesta. He
orado por tanto tiempo, arduamente, sin ningún resultado. Solo quiero ver una
pequeña evidencia de que las cosas están cambiando. Pero las cosas siguen como
siempre, no sucede nada. ¿Cuánto tiempo debo esperar?” Ya no visitan el
aposento secreto, porque están convencidos de que sus peticiones, nacidas en la
oración, no llegan al trono. Otros están convencidos de que sólo personas del
tipo Daniel, David y Elías consiguen que sus oraciones lleguen a Dios.
Con toda honestidad,
muchos santos de Dios batallan con estos pensamientos: “Si el oído de Dios está
abierto a mi oración y oro diligentemente, ¿Por qué hay tan poca evidencia de
que Él está respondiendo?” ¿Hay alguna
oración que has estado orando durante mucho tiempo, y que aún no ha sido
contestada? ¿Han pasado incluso años y todavía aguardas con esperanza, sin
embargo, con interrogantes?
Tengamos cuidado de
no acusar a Dios, como lo hizo Job, de ser perezoso y despreocupado de nuestras
necesidades y peticiones. Job se quejó: “Clamo
a ti, y no me oyes; me presento, y no me atiendes.” (Job 30:20).
La visión de la
fidelidad de Dios estaba nublada por sus dificultades. Él terminó acusando a
Dios de olvidarlo y Dios le reprendió duramente por ello.
Es hora de que los
cristianos le demos una mirada honesta a las razones por las que nuestras
oraciones son abortadas. Podemos ser culpables de acusar a Dios de negligencia,
cuando todo el tiempo nuestra propia conducta es la responsable.
“Espera en Jehová, y
guarda su camino, y él te exaltará para heredar la tierra” (Salmo 37:34)
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)