“Todas las promesas que ha hecho Dios son “sí” en
cristo…” (2ª Corintios 1:20 NVI)
Habrás notado
que en el Antiguo Testamento las promesas de Dios venían supeditadas a unas
condiciones. En otras palabras, tenías que hacer algo para obtenerlas. “Si
estáis dispuestos a obedecer, comeréis lo mejor de la tierra” (Isaías 1:19
BLP). Para recibir las promesas de Dios había que pagar un precio, reunir unas
condiciones y cumplir ciertos requisitos. Pero todo eso cambió en la Cruz.
Cuando Jesús dijo ‘Consumado es’, (Juan 19:30) el texto griego podría ser
traducido como “saldado”. Por lo tanto escribe Pablo: “Todas las promesas que
ha hecho Dios son “sí” en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos
“amén” para la gloria de Dios” (2ª Corintios 1:20).
¿Eres un hijo
redimido de Dios? ¿Estás en Cristo?
Entonces Dios dice ‘Supliré tus necesidades, haré por ti lo que he prometido’.
Así como un banco te diría que has sido aprobado para darte una tarjeta de
crédito, como creyente has sido aprobado para recibir las promesas que Dios te
ha expresado en Su Palabra. Según la ley del Antiguo Testamento Dios decía:
“Si…”, pero para los que están en Cristo viviendo bajo la gracia Él dice “Sí”.
¿Y cuál debería ser tu respuesta? “Amén”, que significa “Así sea”. ¡Es una
verdad que cambiará tu vida! Eso explica por qué Pablo afirmó con toda
seguridad: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas
en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses
4:19). No solamente Dios es capaz de suplir todas tus necesidades sino
que busca oportunidades para hacerlo.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")