Yo sé que la
Biblia dice que Satanás ha descendido en estos últimos días con gran ira (ver
Apocalipsis 12:12). Pero yo no puedo concebir que Dios permita a Satanás y a
sus tropas asaltar libremente a la iglesia sin que el Espíritu Santo venga con
mayor poder y manifestación.
La Biblia dice:
Los hombres
malos se tornarán más y más impíos.
Una gran
cantidad de fieles se apartará.
El amor de
muchos se enfriará.
La fe de muchos
naufragará.
Vendrán
predicadores falsos y engañarán a muchos.
Las personas
amarán más el placer que a Dios.
Pero, amados, ninguna de estas cosas puede estorbar
la obra del Espíritu Santo. Nada puede silenciar el grito de victoria que Él
trae. Nada puede detener la gran marea de alabanza triunfante que está
viniendo. Nada puede apagar Su fuego ni impedir que Su lluvia caiga.
ALÍSTATE PARA
TESTIFICAR.
Yo te insto:
Alístate para que tus compañeros de trabajo vengan y te digan: “Yo sé que eres
cristiano. Estoy muy preocupado por lo que está sucediendo en el mundo. Por
favor, dime lo que tú crees”. A cada pastor humilde de una pequeña iglesia, y a
cada líder de un grupo de oración que nadie ve, el Espíritu Santo quiere estar
en medio de ti, tocarte y revivirte. ¿Lo creerás?
Lo único que
aquellos ciento veinte discípulos en el Aposento Alto tenían para sujetarse,
era la promesa de Jesús de que Él vendría. Y Él vino, ¡con un poder nunca antes
visto en toda la historia! De igual manera hoy, lo único que nosotros tenemos
para sujetarnos es una promesa de nuestro Señor. Él ha prometido a todo aquel
que le sigue: “Yo,
pues, os asigno un reino” (Lucas 22:29).
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)