“No erréis; las malas conversaciones [compañías] corrompen las buenas costumbres [personas]” 1ª Corintios 15:33
¿A quiénes consideras
tus mejores amigos? Lo creas o no, este asunto es de gran interés del Señor
porque tus amistades hablan en alta voz, tanto a Dios como al mundo, sobre la
condición de tu corazón.
“Señor, ¿qué piensas
de mis amistades? ¿Te agradan?” ¿Alguna vez has pensado en hacerle a Dios estas
preguntas? El hecho es que un amigo justo puede proporcionar un vínculo a la
bendición y el favor de Dios, porque te alienta a llevar un estilo de vida
piadoso. Por otro lado, un amigo injusto puede encadenarte a toda clase de mal,
conduciéndote a terribles ataduras.
Al usar la palabra
“amigo” a lo largo de este mensaje, no me refiero a los miembros de tu familia
inmediata. Mi definición de un amigo es alguien con quien estés estrechamente
relacionado, en el que tú confías, naturalmente. En resumen, un amigo es
alguien con quien uno camina y habla y a quien uno le abre su alma.
Probablemente tengas
varios círculos de amigos: un círculo de "negocios", que incluye a
tus compañeros de trabajo, socios o clientes; un círculo "social",
que incluye a aquéllos con los que te juntas a un nivel superficial. Puedes
también tener contacto con conocidos impíos. El apóstol Pablo dice que es
imposible evitar este tipo de contactos, de lo contrario, ¡tendríamos que dejar
el mundo en su totalidad!
Sin embargo, el
círculo que le preocupa más a Dios, es tu círculo íntimo, tus amigos íntimos.
Éstas son las personas que más quieres, y que más influyen en tu vida. Son
naturalmente atraídos el uno al otro y están de acuerdo en la mayoría de las
cosas, de tal forma que se sienten seguros de abrir el uno al otro su corazón.
La Biblia nos dice
que no debemos ignorar las maquinaciones de Satanás. Y uno de los ataques más
comunes del diablo contra nosotros es traer a nuestro círculo íntimo de amigos,
a alguien que está caminando en engaño, un agente del infierno cuya misión es
destruirnos. Satanás utiliza especialmente este truco con los cristianos
solitarios o compasivos, tratando de convertir la bondad de una persona sin
discernimiento, ¡en una afinidad con un espíritu maligno!
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO“ORACIONES”)