“Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el
mandamiento, el pecado revivió y yo morí. Y hallé que el mismo mandamiento que
era para vida, a mí me resultó para muerte; porque el pecado, tomando ocasión
por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.” Romanos 7:9-11
La ley destroza todos
los intentos del hombre de auto-justificarse.
El dicho antiguo:
"la ignorancia es felicidad" raramente es verdad y en el mundo espiritual
es mortal. Como Fariseo, una de las estrellas del judaísmo del primer siglo
(Gal 1:14), Pablo se creía muy "vivo aparte de la ley". Cuando fue
encontrado culpable por su pecado por la ley, sin embargo, Pablo
"murió", esto es que su falso sentido de seguridad y
auto-satisfacción fue destrozado. La enormidad de su culpabilidad se hizo
evidente para él y se dio cuenta de que no podía salvarse a sí mismo. Él
reconoció que era incapaz (Rom 5:6) y desesperadamente necesitaba de un Médico
divino (Mat 9:12).
Para su consternación,
Pablo encontró que el "mandamiento que era para vida, a él le resultó para
muerte." La ley fue dada para proveer bendición y gozo (Prov 3:1-2) al
guiar a los hombres en el camino de la justicia. Ese propósito, sin embargo, no se puede lograr en los inconversos,
debido a que no tienen la habilidad de obedecer la ley. Quedando fuera de
sus bendiciones, por su desobediencia, enfrentan sus maldiciones. En lugar de
proveer a Pablo con una vida significativa y rica, la ley lo había devastado.
Pablo más adelante se
dio cuenta de que había sido engañado por el pecado. Él se había pensado
"irreprensible" (Fil 3:6), haciendo la obra de Dios al perseguir a
los cristianos (Juan 16:2) pero en lugar de satisfacción, encontró sólo
miseria, desilusión y decepción.
Como Pablo, millones
son trágicamente engañados hoy en día. El engaño del pecado los lleva a pensar
que pueden complacer a Dios y obtener Sus bendiciones a través de sus buenas
obras o su actividad religiosa. Tal confianza en auto-justificación es el sello
de toda religión falsa. Y aquellos que confían en sí mismos no verán la
necesidad de un Salvador y se perderán eternamente ¿En qué estás confiando?
JOHN MACARTHUR
- (Dev. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)


