Considera estas
promesas que Dios nos ha hecho y ve si tu respuesta a ellas es: “Sí y Amén”:
1. El Señor te ha establecido, sellado,
llenado y ungido con Su Espíritu Santo. “Y
el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el
cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros
corazones” (2 Corintios 1:21-22).
No puedes
caminar en el Espíritu hasta que creas que has sido lleno del Espíritu. Y la
verdad es que el Espíritu Santo está con nosotros en todo tiempo, aun cuando
hemos hecho lo malo. Es más, lo necesitamos tanto cuando hemos hecho lo malo
como cuando hemos hecho lo correcto.
2. Jesús prometió que el Espíritu Santo
estaría “con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad… él os enseñará todas
las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:16-17,26). En
resumen, el Espíritu llena nuestras mentes con la verdad y nos guía por esa
verdad. Así que, ¿has comprometido un “sí divino” a esta promesa? ¿Puedes
decir: “Amén, Señor, que sea así en mi vida”?
3. Jesús prometió que el Espíritu será la
voz interior que nos guiará, para glorificar a Cristo en nosotros y mostrarnos
las cosas venideras. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a
toda la verdad… y os hará saber las cosas que habrán de venir” (16:13). ¿Estás
todavía dudoso respecto a la veracidad de esta gran promesa? ¿Parece demasiado bueno que el Espíritu
quiera dirigir cada paso de tu vida? ¿O puedes decir: “Sí Señor, que así
sea”?
4. Dios ha prometido proveerte con
dirección para todos tus caminos. “Reconócelo en todos tus caminos, y él
enderezará tus veredas” (Proverbios 3:6). ¿Has aceptado Su dirección para tus
idas y venidas, literalmente, en cada paso de tu semana, tu día, este momento?
¿Te has comprometido totalmente a este tipo de caminar? ¿Es un Sí y Amén para
ti?
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)