“... a otros, salvad, arrebatándolos del fuego” (Judas 1:23 LBLA)
Cuando un ser
querido se mete en una situación peligrosa y dañina, ¡implícate! La Biblia
dice: “...A otros, salvadlos arrebatándolos del fuego; y de otros, tened misericordia
con temor...” (Judas 1:22-23). La
palabra griega para “salvar” significa “tomar acción decisiva y continua”. Y
aquí el término “temor” indica “una gran dosis de respeto por algo que es
amenazante, peligroso o alarmante”. Y la
expresión “arrebatándolos del fuego” se refiere a que no tienes un momento que
perder. La casa se está quemando y los que la habitan están dormidos. Tumba la
puerta y arrástralos afuera si fuese necesario, pero ¡sálvalos! Eugene Peterson
lo parafraseó así: “Vete detrás de aquellos que se han apartado al mal camino”.
No te quedes sentado y digas ‘No es mi
responsabilidad’. ¡Porque sí lo es!
El buen pastor
dejó a 99 ovejas y fue a buscar a la que se había perdido —y no se detuvo hasta
que la encontró—. Cuando la encontró la puso en sus hombros y la trajo con
seguridad al redil. Es posible que otros no entiendan lo que haces, que seas
criticado y hasta rechazado. Pero como dijo Pablo: “El amor de Cristo nos
apremia...” (2 Corintios 5:14). Cuando
amas a la gente que Jesús ama no tienes alternativa. Y no debes excusarte
diciendo que no sabes lo que vas a decir. Ora: ‘Señor ayúdame a saber
exactamente lo que tengo qué hacer y qué decir. Dame sabiduría y valentía para
expresar lo que sea necesario. Ayúdame a amar a esta persona lo suficiente como
para decirle la verdad mientras todavía esté a tiempo. Úsame como un
instrumento de Tu gracia para alcanzarla antes de que sea demasiado tarde. En
el nombre de Jesús. Amén.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA
PARA HOY")