viernes, 26 de junio de 2015

DIOS BENDICE AL HOMBRE (MUJER) ESPIRITUAL 26 junio

DIOS BENDICE AL HOMBRE (MUJER) ESPIRITUAL



Por Faustino de Jesús Zamora Vargas






“Pues han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.”   1 Pedro 1:23

“La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; El testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo.”  Salmos 19:7


El hombre (mujer) espiritual es aquel que ha nacido del Espíritu y por tanto es una nueva creación de Dios, una hechura de Dios en Jesucristo, su Hijo; dice la Palabra. Parecería contraproducente expresar que el Señor bendice al hombre que ha nacido en el salón de parto de su gracia, pero no hay contradicción. Justamente porque hay otro hombre, cristiano además, por añadidura, que habiendo conocido a Dios a través de Cristo, pugna con él para establecer su propio señorío prefiriendo de este modo ejercer control sobre su vida y dejando a un lado la influencia del Espíritu en ella. Según la Biblia (1 Corintios 3:1-2) este es el cristiano carnal o inmaduro.

A menudo escuchamos expresiones como esta: no tengo el fruto completo del Espíritu; tengo fe, pero me cuesta trabajo expresar el amor; trato de ser bondadoso, pero no tengo dominio sobre mis reacciones y emociones y no puedo contenerme; me enojo con facilidad y sé que doy un mal testimonio. ¿Qué puedo hacer? Amados hermanos, las Escrituras hablan por sí sola en este crucial renglón de la vida en Cristo. Por mucho tiempo yo también pensé de esta manera y llegué a sentirme miserable y lleno de culpabilidad delante de Dios. El fruto del Espíritu es uno y el Espíritu lo da completo cuando uno viene a los pies de Cristo y le entrega la vida. Lo que sucede verdaderamente es que el cristiano carnal vive en la energía de su egocentrismo y su propia voluntad y no en el poder del Espíritu.

Somos conscientes de que hemos nacido de nuevo, pero coqueteamos con la vieja naturaleza y el antiguo yo y no rendimos a Dios aquellas áreas de la vida que tienen que ser restauradas y que él quiere transformar. “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23).







Misterios ocultos 26 junio




“… No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros…”  2 Reyes 6:16  (Leer: 2 Reyes 6:15-23)


Nunca vemos la mayoría de las cosas que ocurren en el universo, ya que son demasiado pequeñas, se mueven demasiado rápido o, incluso, lo hacen demasiado lento. No obstante, con el uso de la tecnología moderna, el cineasta Louis Schwartzberg puede mostrarnos imágenes asombrosas de algunas de esas cosas: la boca de una oruga, el ojo de una mosca, el crecimiento de un hongo.

Nuestra limitación para ver los detalles asombrosos e intrincados del mundo físico nos recuerda que nuestra capacidad para ver y entender lo que sucede en la esfera espiritual también es limitada. Dios obra a nuestro alrededor haciendo cosas más maravillosas de lo que podemos imaginar, y que somos incapaces de ver. Sin embargo, el profeta Eliseo sí llegó a ver la obra sobrenatural del Señor. Incluso, abrió también los ojos de su temeroso colega, para que pudiera ver al ejército celestial peleando a favor de ellos (2 Reyes 6:17).

El temor nos hace sentir débiles e indefensos y pensar que estamos solos en el mundo, pero Dios nos aseguró que su Espíritu que mora en nosotros es mayor que cualquier poder terrenal (1 Juan 4:4).

Cuando el mal que podemos ver nos desanime, debemos pensar en la buena obra que el Señor está haciendo y que no percibimos.

Los ojos de la fe ven a Dios obrando en todo.


(La Biblia en un año: Job 5-7 – Hechos 8:1-25)


JULIE ACKERMAN LINK - (Devocional “NUESTRO PAN DIARIO")







La autoridad de Cristo 26 junio




“Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.”  Tito 1:9


La autoridad exclusiva de Cristo debe mantenerse de manera rigurosa en todo aspecto, pero las iglesias son muy dadas a dejarse guiar por algo más. Algunos quisieran que nos dejemos guiar por los resultados. Hemos escuchado una discusión sobre el asunto de si debemos o no continuar con operaciones misioneras, ¡ya que hay tan pocos convertidos! ¿Cómo puede siquiera surgir la pregunta cuando el mandato del Maestro dice así: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura» (Marcos 16:15). Ese mandato, pronunciado en boca de Jesús, nuestro soberano, sigue vigente y los resultados de las misiones no pueden tener efecto, de una manera u otra, sobre las mentes leales en cuanto a su manera de proceder. Si a partir de este día y durante los próximos diez mil años ni una sola alma se convierte a Dios mediante las misiones extranjeras, si todavía quedara una iglesia de Cristo, sería su deber enviar con creciente vigor a sus hijos al campo misionero porque su deber no se mide por los resultados sino por la autoridad imperial de Cristo.

Pero se nos dice que los descubrimientos de la ciencia han afectado la creencia y por lo tanto, debemos cambiar nuestra forma según cambie la filosofía. Todavía tenemos el mismo rey, las mismas leyes, las mismas enseñanzas de la Palabra y debemos presentar su enseñanza de la misma manera y en el mismo espíritu. Si hacemos esto, si cualquier iglesia hace esto, es decir, tomar su verdad de los labios de Jesús y vivir acorde a su Palabra y salir en su nombre, tal iglesia no puede fracasar de ninguna manera, porque el fracaso de tal iglesia sería el fracaso de la misma autoridad del Maestro.


(A través de la Biblia en un año: 1 Crónicas 9-12)


CHARLES SPURGEON - (Dev. “A LOS PIES DEL MAESTRO”)







Dudando de la fidelidad de Dios 26 junio




De todos los pecados que cometemos, la duda es el más aborrecido por Dios Según el Antiguo y el Nuevo Testamento, nuestras dudas hieren al Señor, lo provocan, le causan mucho dolor. Vemos un gran ejemplo de esto en el antiguo Israel, después de que Dios hubo libertado a Su pueblo de manos de Faraón.

El Salmista se lamenta: “Pecamos nosotros, como nuestros padres; hicimos iniquidad, hicimos impiedad. Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias, sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo” (Salmos 106:6-7).

El escritor está haciendo una confesión aquí. ¿Cuál fue el pecado perverso que cometió Israel? Fue su duda de que Dios podría seguir liberándolos, aún después de que Él había ejecutado un milagro increíble para ellos en el Mar Rojo.

El Salmista nos está pidiendo imaginarnos al pueblo de Dios, mientras se regocijaban en el lado victorioso del mar. El Señor acababa de realizar uno de los milagros más grandes en la historia de la humanidad, libertando a Israel de los poderosos egipcios. Sin embargo, ¿cómo reaccionó después, este mismo pueblo, ante la adversidad? Dudaron de la fidelidad de Dios.

El escritor está esencialmente diciendo: “¿Pueden creerlo? Nuestro Señor se había manifestado sobrenaturalmente en nuestro favor, librándonos del enemigo. Sin embargo, aún después de este increíble milagro desconfiamos de Él. ¿Cómo pudimos provocar a Dios de esta manera?”

Fue una historia totalmente diferente cuando Israel se paró en el lado victorioso del mar. Ellos cantaron y danzaron mientras veían al poderoso ejército egipcio hundirse en destrucción: “Reprendió al Mar Rojo y lo secó, y les hizo ir por el abismo como por un desierto. Los salvó de mano del enemigo, y los rescató de mano del adversario. Cubrieron las aguas a sus enemigos; No quedó ni uno de ellos. Entonces creyeron a sus palabras y cantaron su alabanza” (Salmos 106:9-12).

Los israelitas cantaron la canción correcta; una canción de alabanza al Dios todopoderoso, pero la cantaron en el lado equivocado del mar. Cualquiera puede cantar y regocijarse después de obtener la victoria. Pero, Israel había fallado miserablemente en el lado de prueba del Mar Rojo. Allí, no confiaron en Dios en lo absoluto.


DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)







Permanecer cuando tienes ganas de abandonar (2) 26 junio




"para que Satanás no se aproveche..."  (2 Corintios 2:11 CST)


Reconoce quién es el verdadero enemigo de tu matrimonio. En días en los que piensas 'No aguanto más en esta relación', es fácil perder el norte y centrarse en lo que no conviene. El matrimonio fue idea de Dios. Él lo estableció como el fundamento de Su reino en la Tierra, lo que hace de él uno de los blancos preferidos de Satanás. Él engañó a Adán haciéndole creer que Eva era el problema, al culparla de la desgracia (Génesis 3:12).

Sin embargo, ambos habían sido engañados por "el padre de la mentira" (Juan 8:44 CST). Satanás sabía que podría minar el plan de Dios abriendo una brecha entre la primera pareja, creando antagonismo, inculcando culpa y egocentrismo; y sus métodos no han cambiado. Por eso, llevamos un registro de los defectos del otro, señalamos con el dedo a nuestro compañero como el causante  del problema y no queremos ser compasivos.

Pablo nos ayuda a comprender cómo vencer la estrategia de Satanás. "...Lo he perdonado en presencia de Cristo, para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas" (2 Corintios 2:10-11 CST). Luego va más allá con su consejo diciéndonos que "...el amor no... lleva un registro de las ofensas recibidas" (1 Corintios 13:4-5 NTV).

Eso no significa que el amor niegue la realidad, sino que decide negarse a sí mismo. Así que, en lugar de llevar la cuenta de las peores características de tu marido (o mujer), fíjate en sus mejores cualidades y sé agradecido. No hay nada que derrita tanto el resentimiento y la dureza de corazón como el expresarse el aprecio mutuamente.


BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA HOY")







TRADUCCIÓN