“... para que todos vieran el poder de Dios en él” (Juan 9:3 NTV)
Cuando Jesús se
encontró con un ciego, los discípulos inmediatamente empezaron a deliberar el
origen de su ceguera. Así que le preguntaron a Jesús: “...¿Por qué nació ciego
este hombre? —le preguntaron sus discípulos—. ¿Fue por sus propios pecados o
por los de sus padres? No fue por sus pecados ni tampoco por los de sus padres
—contestó Jesús—. Nació ciego para que todos vieran el poder de Dios en él”
(Juan 9:2-3 NTV). Destaquemos cuatro aspectos:
1) A los discípulos les faltó tiempo para atribuir
los problemas del hombre a su pecado. Y Satanás tratará de convencerte de que
por culpa de tu pecado no puedes acceder a la gracia de Dios. ¡Mentira! Dios no
examina tu pasado para decidir tu futuro.
2) Cuando Jesús lo sanó, los vecinos
se preocuparon más de debatir que de celebrar. No han cambiado mucho las cosas
desde entonces, ¿verdad? Así es que empezaron a preguntarse: “«¿No es ese el
hombre que solía sentarse a mendigar?». Algunos decían que sí, y otros decían:
«No, solo se le parece»” (vv 8-9 NTV).
3) Su sanidad no pasó “el test de religiosidad” de los
fariseos, puesto que estos dijeron: “«Ese tal Jesús no viene de Dios porque
trabaja en el día de descanso»” (v. 16 NTV).
4) Ni siquiera los padres del ciego pudieron alabar
a Dios con libertad porque “los líderes judíos... habían anunciado que cualquiera
que dijera que Jesús era el Mesías sería expulsado de la sinagoga” (v.22 NTV).
Para los vecinos era un inadaptado, para los dirigentes religiosos un tema de
debate, para sus padres un estigma social. Por todo ello “...lo echaron de la
sinagoga” (v. 34 NTV) ¿Y ahí acabó todo? ¡Gracias a Dios que no! “Cuando Jesús supo lo que había pasado,
encontró al hombre... Entonces Jesús le dijo: Yo entré en este mundo para dar
vista a los ciegos...” (vv. 35, 39 NTV).
Por lo tanto,
en lugar de darles vueltas a tus problemas y escuchar las opiniones de los
demás, llévaselos al Señor en oración. Si los compartes con otros lo más que
puedes esperar es empatía, pero cuando se los llevas al Señor recibes la
solución.
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")


