ELIJO NO REGRESAR
Después de ser salvos y comenzar nuestra relación con Dios, aprendemos que nuestro viaje junto a Él acaba de comenzar. Descubrimos incluso que, componentes ordinarios de las relaciones de vida, la seguridad emocional, los logros, nuestra profesión o posición, la estabilidad financiera o incluso nuestra herencia cultural o nacional, nos impiden entregar completamente nuestras vidas por sus propósitos y estar cada vez más cerca de Él. Uno a uno Dios nos llama a renunciar a cada uno de ellos.
Abraham, Moisés, José, todos ellos están en la “nube de
testigos” que nos han precedido, ellos también fueron llamados a renunciar a
sus vidas normales. Vamos a ver cómo respondían: “Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido,
sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran
extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente
dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en
aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban
una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse
Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.” Hebreos 11:13-16
“Ciertamente tenían tiempo de volver”, ¡Qué significativa expresión es
esta! Este es un desafío, seguir la llamada de Dios y renunciar a esas cosas,
pero también es un grandioso desafío el poder darnos cuenta que siempre tenemos
la opción de volver, de regresar a una vida más cómoda, quizás.
Nuestro enemigo, el diablo, sabe esto, y trabaja muy duro para
persuadirnos y convencernos de hacer ciertas cosas. Vamos a ver 4 cosas que él
usa para hacer que regresemos a nuestro estado anterior:
1) COSAS MATERIALES: Demas, uno de los compañeros de
Pablo, tenía este problema: este hombre viajó muchísimos kilómetros con Pablo y
compartió dificultades con él. Demas se podría haber convertido en otro
Timoteo, pero Pablo dice de él: “porque Demas me ha desamparado, amando este
mundo, y se ha ido a Tesalónica (…)” 2 Timoteo 4:10. Siempre enfrentaremos
problemas financieros, dificultades de alguna clase, tendremos amigos que
estarán en mejores situaciones que nosotros, y sentiremos la necesidad de
mejorar nuestras vidas y de cuidar mejor nuestras familias. El diablo usará
esto. Es un fuerte tirón, pero hay que tomar una decisión, la vida o la muerte,
no hay retorno.
2) EL MIEDO A LO DESCONOCIDO: Los niños de Israel sufrieron una
terrible esclavitud en Egipto. Aún después de que Dios los sacó e hizo proezas
en su nombre, ellos deseaban volver, recordando sus vidas anteriores. ¿Qué
ocurrió? Ellos tenían miedo de lo que podría llegar a ocurrirles en una tierra
poco familiar, llena de gigantes. Nosotros, también nos enfrentamos a lo desconocido,
pero debemos recordar que Dios es más
grande que los gigantes, más grande que nuestros problemas y miedos.
3) PERDER EL ENFOQUE Y LA VISIÓN : El viaje terrenal de Pablo estuvo
marcado por un enfoque: la pasión por ver a la gente venir a Cristo. Él mantuvo
este enfoque aun hasta el final de su vida y pudo decir con confianza: “He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.” 2 Timoteo
4:7. Tú y yo podemos continuar con este viaje solo si mantenemos la mirada en
la visión que tenemos ante nosotros. No
permitamos que el diablo use nuestros desalientos para quitar nuestros ojos de
nuestro propósito. El pasaje en Hebreos nos promete que Dios ha preparado
un lugar celestial para quienes lo siguen en la fe. Pero ¿Cuán buena pude ser una
ciudad en la que no hay personas? Nuestra meta es poblar esa ciudad, para traer
un mundo de almas con nosotros en la eternidad.
4) DECEPCIÓN ESPIRITUAL: Una gran cantidad de cristianos
pierden la vista de Dios cuando se ven atrapados en el autoenfoque y la
introspección, todo en nombre de la piedad, la devoción y el tener una vida más
profunda. Pero sólo un tema es tocado a través de toda la Biblia : Cristo, el Salvador
del mundo. El antiguo testamento promete la venida del Redentor. El nuevo
testamento narra el nacimiento de Jesús, su muerte y resurrección para salvar
lo perdido y dar instrucción a los creyentes acerca de cómo vivir y mostrar al
mundo la vida en Cristo. Es un hecho,
conocer a Cristo y caminar íntimamente con Él, producirá pasión y amor por
este mundo perdido. Si nuestra “vida
profunda” no tiene estos resultados es una falsedad.
Entonces, cuando enfrentemos el tirón de este mundo y la presión del
diablo para alejarnos del llamado de Dios, recordemos que estamos en este mundo
solo por un corto período de tiempo. Somos peregrinos y extraños en este mundo,
solo tenemos una visa para esta vida, pero nuestro pasaporte es de otro país.
Los hombres y mujeres de Hebreos, eligieron NO regresar a sus países
terrenales porque ellos se dieron cuenta que la obra de Dios va más allá del
tiempo y el espacio. Su verdadera nación
era una celestial. Quizás el Señor también nos encuentre enfocados en lo
que es real y auténtico, más allá de las circunstancias, de lo que sentimos, lo
que otros digan o lo que el enemigo nos arroje.
Si se fuera a escribir otro capítulo como Hebreos 11, quizá puedas
encontrar tu nombre o el mío como ejemplos a seguir por los demás.


