La novia no tiene
preocupaciones cuando el enemigo no tiene hijos.
Ester no estaba o
podría estar contenta solamente con ver a Amán eliminado. Debemos recordar lo
que aprendimos antes: lo que no eliminas cuando eres fuerte regresará a
atacarte cuando estés débil.
En 2 Reyes 13:16-19 Elías el profeta se enojó con el rey de Israel por
no terminar la orden del profeta de golpear con flechas el suelo. Desde que el
rey hizo solo la mitad del trabajo y solo golpeó el suelo tres veces, solamente
vencería a sus enemigos tres veces en lugar de totalmente eliminar la
amenaza del futuro de Israel.
Sin hijos igual a sin
futuro. Amán había plantado un virus letal de odio y genocidio a través del
imperio Persa... si no actuaban, ellos serían destruidos aún cuando el
"padre" del complot estuviera muerto.
Cuando Ester le reveló
el complot de Amán al Rey Jerjes, rápidamente autorizó un segundo decreto que
le daba poder a los judíos de defenderse de cualquiera que los amenazara con
fuerza, cualquiera que fuera hijo del odio de Amán. Ester estaba determinada a
cumplir el mandato de Dios: Amán el último de la línea de los asesinos del Rey
Agag el amalecita, no debía sobrevivir. Sus acciones terminarían la gran
batalla que se había comenzado muchos años antes.
El Señor hace lo mismo en
nuestras vidas -la fuente principal del pecado es destruida cuando nosotros
recibimos a Cristo Jesús como Señor y Salvador-. Pero muchas veces tenemos hábitos, patrones, debilidades y amistades
que todavía tienen el potencial de guiarnos de vuelta al pecado. El
Espíritu Santo a propósito nos guía en una campaña de desarraigar y destruir
toda cosa destructiva que se esconda o resida en nuestras vidas. Dios espera
que nos soltemos nosotros, miembros familiares, ciudades y naciones de las
garras de la oscuridad. ¡Termina la pelea!
Está en nuestras manos,
en nuestros días el traer la clausura y la destrucción de las obras del
enemigo. Adoptar las tácticas de Ester. Debemos usar el anillo real del Rey
mientras usamos las vestimentas de adoración, alabanza y justicia. Nosotros
ganamos batallas espirituales al tomar las armas de nuestra milicia con
adoración apasionada y alabanza indulgente.
¿Cuánta gente conoces y
amas que se encuentra en un riesgo por las maquinaciones del enemigo? Tú tienes
el poder en Cristo para lograr que lo suelte el enemigo. Termina la pelea y
futuras generaciones podrán celebrar.
ORACIÓN. Padre, ahora que me has traído hasta aquí, estoy
determinado a terminar la pelea y a liberar otros también. Gracias por darme la
autoridad y la valentía de ver esto hasta una victoria total, en el nombre de
Jesús, amén.
TOMMY TENNEY - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)