El favor puede
restaurar en un día lo que fue robado en toda una vida.
Sabemos que con el
Señor un día es como mil años, así que quizá se puede decir que Dios puede
compactar el valor del favor de mil años en un solo día. El favor puede
restaurar en un día lo que fue robado en toda una vida.
En 2 Pedro 2:8-9 Pedro el apóstol nos recuerda que un día con el Señor
es como mil años y que mil años como un día. Dios es paciente y siempre cumple
sus promesas.
Los ancestros de la
reina Ester habían sido capturados y llevados de su tierra natal a la tierra de
sus conquistadores como esclavos. Años de vivir en la tierra prometida habían
sido robados de ellos, pero en un día Dios fue capaz de cambiar la situación.
Dios movió milagrosamente a Ester a una posición de favor
que le permitió a la "cola" convertirse en "cabeza" -la gente esclavizada
que estaba "debajo" fue elevada a posiciones de poder como
"cabeza" de Persia-.
El "segundo a bordo"
de la política Persa había confabulado poner a Mardoqueo en una horca, pero en
el transcurso de una noche la mano de Dios movió a Mardoqueo al puesto de
"segundo a bordo" y puso a Amán en la horca.
En un día, Dios movió a
los esclavos llamados judíos a una posición alta de regidores y gobernadores
sobre sus conquistadores con gran favor ante los ojos del rey (y obviamente de
la reina).
Ester y su gente
experimentaron días de restauración sobrenatural. Su historia es una de muchas,
registradas en la Biblia. Mefiboset el último descendiente de Jonathan tuvo una
experiencia similar el día que el rey David lo trajo a casa. Mefiboset tenía
miedo de morir -esa era una forma que los antiguos reyes tenían de mantenerse
en el trono- simplemente eliminaban a cualquier opositor, que se pusiera en
contra o posibles candidatos ambiciosos al trono.
Cuando David era todavía un joven en el palacio del rey
Saúl, había hecho un pacto solemne con Jonathan. Muchos años después, después de
que Jonathan había caído en batalla y David se volvió rey, comenzó a buscar
descendientes de Jonathan.
Finalmente encontró un
hijo de Jonathan llamado Mefiboset y mandó por él. Este hombre descubrió que el
favor del rey podía restaurar en un día lo que se le había robado toda su vida
cuando escuchó al rey David decir: No temas, porque te mostraré misericordia
por amor a tu padre Jonathan y voy a restituirte la tierra de Saúl su padre y
podrás comer pan en mi mesa continuamente.
Si un rey humano puede
ser tan bueno con su gente, y ser fiel a sus promesas, imagínate lo que el Rey
de Reyes puede hacer. El Rey de Gloria está constantemente buscando maneras y
oportunidades de restaurar en un día lo que el enemigo ha robado en toda una
vida de sus hijos.
ORACIÓN. Padre, cuando entro en tu presencia, todo el dolor,
sufrimientos y desilusiones de mi vida parecen desvanecerse. Mi confianza está
en Ti y Tú eres capaz de restaurar en un día lo que me ha sido robado por toda
mi vida, en Cristo Jesús, amén.
TOMMY TENNEY - (DEV. "VIDA NUEVA PARA EL MUNDO”)