¡TENGO UNA OBLIGACIÓN!
Por Shirley Chambi
Es frecuente observar a la gente reclamar por sus derechos, lo raro es
que uno se exija a sí mismo las obligaciones que tiene como algo que también es
importante. Por ejemplo, tener la capacidad de negar la diversión cuando tengo
el deber de estudiar para un examen porque “tengo una obligación como
estudiante”.
“No debáis a nadie nada, sino el
amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.” Romanos
13:8
Tal como recibimos constante el amor de Dios, tenemos la obligación
amarnos constantemente “unos a otros.”
Amar al prójimo cumple tres
propósitos. Primero: es una bendición, mucha gente
necesita desesperadamente muestras de amor, una palabra cariñosa, un abrazo,
ver a alguien que se preocupa por ellos. Segundo: el cristiano que da
amor muestra que Cristo está vivo y además que lo conoce. Tercero: el que da amor cumple la ley.
Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso
testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se
resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo;
así que el cumplimiento de la ley es el amor. (Romanos 13:8-10)
La ley describía con gran detalle el comportamiento que los israelitas
debían mostrar uno con otro y con aquéllos más allá de su comunidad, pero resume
todo en el “Amor”. La persona que ama a
su prójimo no adulterará con el vecino o la esposa del vecino; no matará; no
robará a su prójimo; y no codiciará sus posesiones. La razón es simple: cualquier acción que
pudiera lastimar al prójimo no concuerda con amor.
Cuando Pablo dice que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos,
reconoce que nos amamos porque solemos hacer lo que nos venga mejor y “Amarás a
tu prójimo como a ti mismo,” significa
que también debemos actuar según lo que sea mejor para nuestro prójimo.
No te enfoques solamente en pedir bendiciones porque tienes una
obligación como hijo de Dios; reclámate a ti mismo y di: “Tengo la obligación
de amar”. Recuérdate a cada momento este deber y de esta manera te será más
fácil hacer el bien a los que te rodean, perdonarlos, cuidarlos, y protegerlos,
así como Dios hace con nosotros.
¡Antes de reclamar tus derechos, cumple tus obligaciones!
(Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ)