"No hago sólo lo que es mejor para mí; hago lo que es
mejor para otros..." (1 Corintios
10:33 NTV)
Aquí tienes tres
preguntas que la gente se suele hacer cuando les hablas:
1) '¿Te importo de verdad?' El D. Calvin Miller lo expresó así:
'Cuando escuchamos hablar a alguien, a veces pensamos: “Estoy esperando en
solitario encontrar un amigo. Me muero por reír. Soy un suspiro que desea ser
consolado. Soy una herida que desea ser sanada. Si quieres ganarte mi atención,
tendrás que convencerme de que quieres ser mi amigo”'.
2) '¿Me puedes ayudar de verdad?' La gente de éxito sabe
que los demás se hacen continuamente esa pregunta. Una manera de responderla es
concentrarte en los beneficios que tienes para ofrecer. Seamos sinceros, todos
los días nos bombardean con información sobre las características de este
producto o de aquel aparato, pero llega un momento en que desconectamos.
3) '¿Me puedo fiar de ti de verdad?' William Arthur Ward
escribió: "Bienaventurado quien ha aprendido a admirar sin envidiar, a
seguir sin imitar, a alabar sin adular y a dirigir sin manipular". Tu
carisma y tus capacidades pueden llevarte a lo más alto, pero sólo tu carácter
y compromiso te mantendrán ahí. La confianza se gana diciendo la verdad y
cumpliendo tus compromisos. La gente se dispone a actuar si tiene motivos
personales para hacerlo, no por lo que otros les propongan. Si observamos a
esas personas aprenderemos algo que siempre conlleva una mayor recompensa que
lo que les podamos decir de nosotros mismos. Ya sea que estén comprando un
coche, buscando pareja o escuchando un sermón, en el fondo quieren saber si
pueden confiar en la persona con la que tratan. Dime, ¿pueden confiar en ti?
BOB Y DEBBIE GASS - (Devocional "LA PALABRA PARA
HOY")