En los días que vienen,
vas a escuchar increíbles mensajes acerca de amar a Jesús que sonarán santos y
se parecerán a Cristo, pero estarán contaminados con un error que roba a los
santos de aquello que produce determinación. ¡Esos mensajes carecerán de la urgencia
por estar preparados o por el anhelo de su venida! Sus predicadores quitarán la
gloriosa verdad de este evento y tratarán que busques un reino terrenal. ¡Y si
esperas ansiosamente por Su venida, te etiquetarán como un escapista!
Hay un nuevo evangelio
que se predica hoy diciendo que Jesús viene sólo al corazón, ¡y que Su Segunda
Venida es una revelación especial a la mente! ¡Que se aparece sólo al hombre
interior!
La gente de la Nueva
Era anuncia que su Cristo aparecerá en la televisión mundial, que todo el mundo
verá su venida al mismo tiempo. Según ven este evento, ellos recibirán una
revelación interior en sus mentes, un “saber”.
Para algunos cristianos
de hoy, este mundo no es un barco que se hunde o un mundo reservado para el
fuego, sino que se trata de un edificio del capitolio internacional plagado de
personas indeseables a quienes estos creyentes planean echar, para que entonces
tomen su lugar, lo renueven y gobiernen todo ellos mismos. ¡Tal pensamiento es un síntoma de que su amor por Jesús está muriendo y
se están apegando a este mundo! “Así
que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que
arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.” (2 Pedro
3:17). Nadie puede estar más espiritualmente ciego que aquel que dice: “Mi
señor tarda en venir”.
Judas dijo: “De éstos
también profetizó Enoc… diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas
de millares, para hacer juicio…” (Judas 14-15). Pablo dijo: “Porque el Señor
mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá
del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” (1
Tesalonicenses 4:16-18). Este no es un mensaje escapista. ¡Es un mensaje de
consuelo! ¡Jesús nos quiere con Él!
DAVID WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)