La iglesia de Corinto
tenía muchos problemas: división, chisme, murmuración, envidia, discordia y
pecado sexual. Había mediocridad y tolerancia en la iglesia y la actitud de la
gente parecía ser: "Bueno, todos resbalamos o tropezamos a veces. No
estamos realmente tan mal". En 1ra de Corintios 3, el apóstol Pablo
escribe a la iglesia:
"De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a
espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo" (1 Corintios
3:1).
Pablo no estaba tratando de darles una palabra de aliento, sino que estaba
predicando una palabra fuerte que les acusaría y rompería el barbecho de sus
corazones endurecidos.
Pablo continuó
diciendo: " Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces,
ni sois capaces todavía"(v 2). Pablo anhelaba hablarles una palabra
sustanciosa que llenaría sus almas y los alimentaría de manera que se pudieran
levantar en Cristo para un nuevo desarrollo y la estabilidad. Debido a su
inmadurez, sin embargo, tenía que seguir dándoles leche.
"Porque aún sois
carnales" (v 3). La Biblia usa la palabra carne (carnal), que significa
"tener el espíritu del mundo". Este
espíritu carnal del que estamos hablando se puede describir como no tener el
poder del Espíritu Santo, sino que por el contrario, hacer las cosas en
nuestra propia fuerza.
"Porque aún sois
carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no
sois carnales, y andáis como hombres?" (v 3). Pablo describe algunas de
las formas en que este espíritu humano y carnal trabaja. Siempre es celoso.
Siempre es envidioso. Siempre está causando conflicto y división en la casa de
Dios. El espíritu carnal acusa a otros o tiene una actitud que dice: "Yo
soy mejor".
Dios está usando a
Pablo a llamar a esta iglesia a arrepentirse y decir: "¡Dios, yo quiero
todo lo que tienes!" Si nos arrepentimos y nos disponemos a encerrarnos en
el aposento secreto a solas con Dios, nos convertiremos en hombres a la antigua
o mujeres de oración.
GARY WILKERSON - (DEVOCIONAL DIARIO “ORACIONES”)