“Si el hacha pierde su filo, y no se vuelve a afilar, hay
que golpear con más fuerza. El éxito radica en la acción sabia y bien
ejecutada.” Eclesiastés 10:10
La fuente de nuestra
peor debilidad es nuestra fortaleza nacida en casa y la fuente de nuestra peor
tontería es nuestra sabiduría personal. Señor, ayúdanos a no estar tranquilos
hasta que hayamos renunciado a nosotros mismos, hasta que hayamos dicho:
«Señor, nuestra manera de trabajar no se compara con la tuya, enséñanos a
trabajar. Señor, nuestros juicios son débiles en comparación con tu juicio
perfecto; somos tontos; sé nuestro maestro y guíanos en todas las cosas».
Jehová trabaja en todas
partes y todas las cosas le sirven. Él obra en la luz, y vemos su gloria, pero
igualmente obra en la oscuridad donde no podemos percibirlo. Su sabiduría es demasiado profunda para que
hombres mortales puedan entenderla en todo momento. Seamos pacientes y
esperemos su tiempo. Confiemos en el poder de nuestro padre, como confía el
niño que está en el pecho de su madre acerca del amor de esta; sin más dudas de
las que puede tener de la majestad de Jehová un ángel que está ante el trono,
comprometámonos, cada uno según su propia forma, a sufrir y trabajar para la
gran causa de Dios, sintiéndonos seguros de que ningún trabajo ni sufrimiento
en el Señor puede ser en vano.
(A través de la Biblia en un año: Números 29-32)
CHARLES SPURGEON - (Dev. “A LOS PIES DEL MAESTRO”)