“Los jefes de los sacerdotes y el pleno del Consejo
Supremo andaban buscando un testimonio contra Jesús para condenarlo a muerte.” (Marcos 14:55 - BLP)
Los estudiosos
todavía debaten respecto a algunos detalles de los cuatro juicios que debió
enfrentar Jesús: ante Anás, ante Caifás, ante Herodes, y ante Pilato. Lo que
parece claro es que fue llevado directamente del Getsemaní a una audiencia
preliminar, nocturna, e informal, ante los líderes judíos encabezados por Anás,
quien, como se nos dice, era un ex sumo sacerdote y suegro de Caifás. Tenía
reputación de ser un hombre codicioso que se había enriquecido por medio del
impertinente comercio en el templo. Interrogaron a Jesús acerca de sus
seguidores y acerca de su enseñanza, pero se negó a responder las preguntas que
le hicieron sobre la base de que sus palabras y sus obras eran ampliamente conocidas.
Luego,
probablemente a la mañana siguiente, Jesús fue llevado ante una sesión plenaria
del Sanedrín, que era la corte suprema responsable de los asuntos políticos, legales,
y religiosos en Jerusalén. El objetivo
de esta reunión era formular una acusación contra Jesús que ellos pudieran
presentar ante la corte romana presidida por Pilato. Este no se interesaría
por ofensas triviales de índole eclesiástica contra ley judía, sino solamente
en pretensiones revolucionarias que amenazaran la seguridad pública. De modo
que Caifás, quien como sumo sacerdote presidía las reuniones del sanedrín,
desafió directamente a Jesús preguntándole si era el Mesías. En respuesta Jesús
solamente afirmó ‘Yo soy’, pero dijo que aquellas palabras se habían cumplido
en él, citando tanto Daniel 7 como Salmos 101:1, con lo cual declaraba tener
dominio universal y compartir el trono de Dios. No es extraño que Caifás lo
acusara de blasfemia y merecedor de muerte.
No podemos sino
contrastar la conducta de Pedro (que vimos ayer) con la de Jesús (que vemos
hoy). Pedro negó a Jesús, en tanto que Jesús, si bien se negó a responder
preguntas frívolas, declaró con valentía su carácter mesiánico ante la suprema
corte judía.
(Para continuar leyendo: Marcos 14:53–65)
JOHN STOTT - (Devocional “TODA LA BIBLIA EN UN
AÑO”)